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Catalina García y Catalina García / Puerto del Rosario
Jueves, 1 de enero 1970
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El interés por entrar en Cueva Herminia, en los Molinos, se dispara estos días por la luna llena. La asociación de vecinos El Pajerito recomienda tener cuidado a la hora de intentarlo e incluso posponer la visita para las siguientes mareas bajas, a finales de mes, que se prevén más tranquilas y con menor peligrosidad.
La precaución que demanda el colectivo vecinal se intensifica estos días porque la bajamar de estas mareas del Pino puede llevar a engaño. La gente llega a los Molinos esperando poder entrar y se encuentra con que el reboso se estalla contra la cueva, impidiendo entrar con seguridad y sin que el agua no tape medio cuerpo. El mismo mal tiempo ha destapado más hoyos de lo habitual en la lengua de arena de acceso y ha provocado que los barcos de recreo se hayan tenido que cambiar de sitio desde la playa hasta la pequeña plaza.
«Cueva Herminia ha estado ahí toda la vida y seguirá estando», resume Miguel Cerdeña, presidente de El Pajerito, por lo que aconseja dejar para otras bajamares a finales de este mes de septiembre, cuando aflojen los tiempos en el mar, la visita a un enclave que ha provocado colas de coches aparcados a lo largo de la carretera de acceso a los Molinos hasta la misma curva en que empieza a verse la playa. En cualquier caso, la recomendación es mirar el estado del mar antes de decidirse a acercarse a este enclave costero del barlovento del municipio capitalino.
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