La esencia de Canarias es el cáracter de su gente
Cuando mejor nos ha ido como pueblo y más logros colectivos hemos cosechado, ha sido precisamente cuando las ocho islas, sin distinción, hemos remado en la misma dirección
poli suárez
Domingo, 30 de mayo 2021, 09:58
Entre las conclusiones positivas que debemos extraer de la situación sanitaria a la que nos ha abocado este año de pandemia de covid-19, quiero destacar la confirmación, una vez más, de que cuando el ser humano actúa como una comunidad cohesionada, como grupo, fortalece su capacidad de superación individual. Una afirmación que en Canarias, un territorio geográficamente fragmentado por nuestra condición archipielágica, ha quedado constatada durante siglos, pese a que parece que no siempre se comprende así desde la clase política.
Publicidad
Cuando mejor nos ha ido como pueblo y más logros colectivos hemos cosechado, ha sido precisamente cuando las ocho islas, sin distinción, hemos remado en la misma dirección, con solidaridad y generosidad fraternal.
Por fortuna, son valores inherentes al carácter del isleño canario que, con suma sabiduría, han prevalecido mayoritariamente entre nuestra gente, pese a los embates históricos de los impulsores del pleito insular, empecinados en dividir y generar rechazo entre islas. Solidaridad y generosidad fraternal que, me atrevería a decir, se han fortalecido ante las diferentes adversidades y catástrofes humanitarias o naturales con las que hemos tenido que lidiar recientemente. No solo durante esta pandemia y el esfuerzo que ha supuesto a nivel social y, sobre todo, por parte de los profesionales esenciales; los canarios y canarias reafirmamos esta fraternidad, por ejemplo, en los últimos incendios que afectaron a Gran Canaria, La Palma o Tenerife, en los que no dudamos en socorrernos unos a otros; o cada vez que una isla es sacudida por una situación compleja. Porque, en general, los canarios somos amables, hospitalarios y acogedores con todos los seres humanos, pero somos especialmente protectores con los propios canarios.
Como representante político pero, sobre todo, a título personal, he tenido ocasión de visitar y vivir la esencia de todas y cada una de las islas en varias ocasiones. Y en todos los lugares, en todos los rincones de cada ciudad y pueblo, he podido palpar y constatar la verdadera canariedad: la del pueblo canario mismo. La canariedad que transmite esa tendera de Tazacorte que, con ese cloquío cantarín enseguida ubica tu acento y te obsequia con infinidad de rapaduras para alegrar el alma a toda la familia de regreso a tu isla; la paciencia de don Isidro enseñando los secretos para expandir los ecos del silbo hasta la cima de la fortaleza de Chipude; o en mi querida Villa de Moya, donde, por San Antonio, se forman variopintas parrandas de desconocidos llegados de todo el Archipiélago, que terminan convertidos en moyenses de corazón. Somos canarios de ocho islas y punto.
El mar baña nuestras costas, pero no separa las entrañas de lava que en las profundidades del océano evidencian un único territorio; y, en superficie, un carácter y señas de identidad compartidas que son, sin duda, el mayor tesoro de Canarias. Y es natural, espontáneo, genuino. Una lección de humanidad que debe enorgullecernos y no dejarse influir por discursos de odio insular ni de ningún tipo, que nunca antes han tenido cabida en nuestra forma de ser, sentir y pensar desde el respeto a la diversidad y, sobre todo, desde la apertura de miras. Y que esa verdadera canariedad, la que vive en el carácter isleño y transmiten los ciudadanos, sea la brújula para que Canarias siga siendo Canarias.
Publicidad
Poli Suárez. Diputado del Partido Popular
Regístrate de forma gratuita
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión