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SILVIA FERNÁNDEZ
las palmas de Gran Canaria.
Domingo, 31 de enero 2021, 00:00
El encierro al que nos obligó la Covid-19 entre marzo y mayo del pasado año y que de alguna manera se mantiene con las restricciones que se mantienen en la nueva normalidad han cambiado los gustos y preferencias de los canarios a la hora de adquirir una vivienda. Ahora los canarios buscan pisos con balcón o terraza en la ciudad o bien casas en el campo, lugares en los que vivir confinamientos no supongan un encierro total.
El miembro de la asociación de profesionales inmobiliarios Club Noteges y agente de Venportucasa Inmobiliaria, José Saavedra, que media tanto en operaciones de venta como de alquiler, destaca que la «fiebre» de buscar vivienda fuera de la ciudad se dió fundamentalmente después del confinamiento. «Cuando volvimos a salir fue un 'boom'. Todo lo que había en el extrarradio en alquiler se alquiló. Todo», indica Saavedra, que asegura que aún hay demanda pero no es tan fuerte como a el año pasado.
Sí se mantiene alta la demanda de aquellos que quieren comprar, si bien la mayoría busca viviendas que no estén muy alejadas en la ciudad. Según explica Saavedra, muchos buscan vivir en el campo pero a pocos minutos en coche de Las Palmas. «Si superas los 20-25 minutos de desplazamiento ya se lo piensan», señala.
La demanda de vivienda en el campo se ha duplicado en el último año. Antes apenas un 10% de los compradores buscaba casa fuera de la ciudada; ahora representan el 20%. Si bien, como apunta Saavedra, esa demanda se topa con el problema de que la oferta es muy reducida y la que hay, requiere en su mayoría de reformas.
En esta situación, sin embargo, los precios no han subido en exceso pese a esa mayor demanda que oferta debido a que el poder adquisitivo de los demandantes es limitado. «La mayoría se mueven en una horquilla de 150.000-200.000 euros y no llegan a más. Lo único que el vendedor puede elegir al comprador», señala Saavedra. Como explica, por encima de estos niveles la mayoría son personas que ya viven en áticos o en viviendas con terraza y no tienen necesidad de irse fuera de la ciudad.
La falta de oferta de vivienda en el campo terminada ha reactivado el mercado inmobiliario de municipios rurales de las islas. Muchos ayuntamientos como Arucas, Firgas o Moya han registrado un repunte las peticiones de licencias de construcción que viene acompañado de un alza de operaciones de compraventa de terrenos.
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