Santa Catalina manifiesta su hartazgo
Los empresarios del entorno del parque denuncian la falta de interés del Ayuntamiento capitalino por una zona que aseguran vive un estado de «abandono». Se quejan de la indigencia, las obras y las trabas que les ponen para organizar actividades.
La Asociación de Empresarios Santa Catalina, una entidad que representa a buena parte de los negocios del parque y su entorno, no ha dudado en expresar públicamente el «abandono» que sufre esta parte de la capital grancanaria ante la «falta de interés del Ayuntamiento».
«La indigencia es el mayor de los problemas», apunta Angélica Rodríguez, gerente de la organización. Afirma que «se han adueñado» de un espacio que es la puerta de entrada a la ciudad para miles de cruceristas. Explica que hace dos meses remitieron al concejal del distrito, Sergio Millares, «un vídeo en el que se ve a los indigentes haciendo sus necesidades» en plena calle, para denunciar lo que se vive a diario en el parque, «pero no hemos tenido respuesta».
«Es preferible que quiten los bancos», propone Sara Pérez, dueña de Besito Volao, un negocio de Luis Morote. Dice que estos elementos del mobiliario urbano los ocupan «entre siete y ocho indigentes que son muy conflictivos y problemáticos».
Añade que los responsables de los establecimientos de esta vía «nos sentimos completamente abandonados», y apunta a las obras de peatonalización como otro de los problemas a los que se enfrentan. «El negocio ha bajado muchísimo», confiesa, y aunque aclara que está «a favor» de la actuación «porque es el futuro», califica de «tercermundista» el modo de ejecutarse el proyecto.
Anil Shamdasani tiene su perfumería en el tramo de Luis Morote que ya es peatonal y dice que la forma en que se acometen las obras dista mucho de la fase que a él le tocó vivir. «Teníamos reuniones con el concejal de Comercio cada dos por tres y nos pedían opinión porque se buscaba el consenso», indica.
La gerente de la asociación de empresarios entiende que se tenía que haber terminado la primera fase de la obra antes de iniciarse el tramo que llega hasta la playa. «No se puede tener una calle de 150 metros cerrada 6 meses», se queja. Añade que «se tenía que haber finalizado la primera fase antes de Navidad y comenzar la segunda después de Reyes» y lamenta que «solo haya dos obreros trabajando».
Otra de la críticas que los empresarios dirigen al Ayuntamiento es que les pongan trabas a la hora de organizar eventos. Así, Rodríguez comenta que han dejado de organizar las Ferias de Catalina «porque nos niegan el espacio comprendido entre Eduardo Benot y el parque» con el argumento de que «no se puede cerrar por la guagua». Sin embargo, dice que sí se permite en citas como «el rally, el Womad o los 40 Principales».
Expone, además, que no se benefician de celebraciones como el Womad porque no se les permite «equiparar horarios». Recuerda que «antes teníamos una hora más de cierre durante toda la semana, sin que se produjeran quejas de los vecinos, porque esta es una zona donde hay muchos hoteles», pero eso ha cambiado. «Ahora, cuando se acaba el Womad la gente no tiene donde ir a comer porque ya está todo cerrado», dice.
La gerente afirma que a pesar de que «Inmaculada Medina nos dijo que se realizaría una inversión importante en luces» para Navidad, ahora «nos dicen que si queremos iluminación la tenemos que pagar nosotros».
Por último, critica que el alcalde «vino cuando se postulaba para el cargo» pero ahora «no sabemos si hay alcalde o no».