Celebrar sin olvidar
Hay tener presentes a quienes hoy no están, a esos canarios que la pandemia se llevó por delante
Con un puñado de buenos deseos y con un puñado de citas de autores canarios. Así se ha confeccionado este suplemento que el lector tiene en sus manos, un trabajo periodístico que se centra en la celebración hoy del Día de Canarias. Antes de entrar en materia, un reconocimiento:el trabajo que desde hace años desarrolla la Academia Canaria de la Lengua para ofrecer en su página web un corpus documental que ayude a conocer a los hombres y mujeres que son parte de la cultura de esta tierra. Ahí se pueden encontrar las citas que acompañan los diferentes testimonios reproducidos en las 56 páginas de esta publicación.
¿De verdad hay algo que celebrar hoy? Sí lo hay, y no solo porque lo marque el calendario. Pero es evidente que celebrar no significa olvidar. Porque hay tener presentes a quienes hoy no están, a esos canarios que la pandemia se llevó por delante, como también a los que desde la aparición del coronavirus están trabajando en primera línea para frenarlo. Ya no salimos a aplaudir a los balcones pero hoy es un día perfecto para celebrarlo con ellos, para acordarnos de que estuvieron ahí desde el minuto uno, casi sin saber a qué se enfrentaban y con medios escasos, y que siguen ahora, atendiendo a los enfermos, dando ánimo a las familias que todavía pierden a los suyos por la covid-19 y contribuyendo con la vacunación a que veamos luz al final del túnel.
También hay que celebrar la reacción de la sociedad canaria ante lo vivido en este último año. Por supuesto que ha habido irresponsables y también algo de dejación en momentos puntuales por parte de quienes tenían que hacer cumplir las restricciones. Si a día de hoy Canarias empieza a estar entre los destinos turísticos a los que se recomienda viajar, no es por las playas y el sol, sino por que las cifras dicen que hemos batallado para ser destinos seguros. Ese es ahora el gran valor, el activo sobre el que poner en marcha un motor económico que se paró, con unas consecuencias laborales y sociales que todavía no podemos medir con exactitud porque el impacto continúa.
Canarias también demostró en este año transcurrido desde el pasado 30 de mayo que es mayoritariamente solidaria. Ylo digo porque ante una crisis como la migratoria, con una gestión manifiestamente mejorable en el momento inicial, la respuesta social ha estado anclada en un recuerdo: fuimos un pueblo de emigrantes y en ningún lugar está escrito que hasta las naciones más ricas no puedan verse un día navegando en una patera para sobrevivir.
Por todo ello, ¡feliz Día de Canarias!