«Canarias se revira y se opone a acoger a toda la inmigración»

Ni más alto ni más claro. El presidente canario, Ángel Víctor Torres, fue tajante ayer al afirmar que Canarias «se revira, se rebela y se niega rotundamente» a acoger toda la inmigración que llega a las islas y reclamó las derivaciones «justas y solidarias» hacia otras comunidades autónomas y las repatriaciones dentro de la legalidad. Agregó que «si alguien pretende que todos los inmigrantes que llegan al archipiélago se queden aquí, tendrá en contra al Gobierno de Canarias, al Parlamento autonómico y a la sociedad isleña».

En este sentido, Torres insistió también ante el ministro de Migraciones, José Luis Escrivá, en la necesidad de desalojar de manera «urgente» el muelle de Arguineguín, donde ayer permanecían 1.300 personas, y los 17 hoteles que en estos momentos se están utilizando para la acogida de inmigrantes. Además, considera que se deben «agilizar los salvoconductos» y volver a abrir los centros de internamiento de extranjeros (CIE).

Por otro lado, el jefe del Ejecutivo canario valoró como una buena noticia que autonomías como Comunidad Valenciana, País Vasco, Castilla y León, Extremadura y Aragón hayan puestos recursos a disposición para la acogida de inmigrantes que llegan a las islas, tanto adultos como menores, ya que la comunidad autónoma tutela en estos momentos a cerca de 2.000 jóvenes.

Aunque Escrivá indicó que con los criterios de acogida de su Ministerio solo se puede trasladar a la Península a un 10% de los inmigrantes que se encuentran en Canarias actualmente, Ángel Víctor Torres manifestó de manera implícita que las derivaciones a otros lugares del territorio nacional se están llevando a cabo. «Todos sabemos sumar y restar. Han llegado 18.0000 personas y en las islas quedan 9.000. El resto no está», dijo.

Insistió en que esta medida está recogida en el pacto europeo de asilo y migraciones, un acuerdo, dijo, al que se oponen países como Polonia o Eslovaquia. «Hay un pacto que dice que Europa tiene que ser solidaria con las personas que llegan a los territorios fronterizos, igual que de manera solidaria Canarias acepta su cuota de acogida». Agregó el presidente que «no podemos hacerlo solos».

Por otro lado, las formaciones políticas canarias, tanto del Gobierno como de la oposición, reaccionaron al Plan Canarias para la inmigración del Gobierno central. En este sentido, Nueva Canarias -socio del Pacto de las Flores-, denunció el «encarcelamiento fáctico» de los inmigrantes en el archipiélago tras la decisión del Estado de crear 7.000 plazas de alojamiento en carpas. El portavoz parlamentario de este partido, Luis Campos, aseguró que «no lo vamos a permitir».

A su juicio, ha sido el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, quien ha encendido «todas las alarmas e indignación» al alinearse «con la miserable y repugnante política de la Unión Europea» en lugares como Lesbos, al querer convertir a Canarias en zona «de contención». Añadió que «no vamos a permitir que nos conviertan en una cárcel».

También Coalición Canaria defendió ayer que se pida «el amparo de la Comisión Europea» ante la constatación de que «la voluntad de Madrid es convertir a las islas en la cárcel de la frontera sur de Europa», por su negativa al traslado de migrantes al continente.

En un comunicado, el secretario general de CC, José Miguel Barragán, criticó que la intención del Gobierno de España siempre ha sido «dejar a los migrantes en Canarias». También denunció que la posición del ministro Marlaska, indicando que no habrá traslados de inmigrantes al continente, es de «una enorme gravedad», puesto que «ya están en Europa, porque Canarias es Europa». Sobre la creación de 7.000 plazas de acogida en las islas, Barragán dijo que «tan preocupante es la actitud del Gobierno de España como el silencio, la justificación constante y la aceptación» del presidente canario.