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El director bilbaíno Enrique Urbizu regresa con 'Libertad'. Enrique Cidoncha
Enrique Urbizu estrena 'Libertad': «Doscientos años después seguimos a bofetadas»

Enrique Urbizu: «Doscientos años después seguimos a bofetadas»

El cineasta bilbaíno cumple su sueño de rodar una de bandoleros con 'Libertad', una serie en Movistar Plus y una película para cines que se estrenan al mismo tiempo el 26 de marzo

Sábado, 20 de marzo 2021

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Hace once años que a Enrique Urbizu (Bilbao, 1962) le practicaron un triple bypass. «La patata la tengo bien, lo que tenía obstruidas eran las arterias. Se les llama microinfartitos. Iba a comprar el periódico y me tenía que parar dos veces». La vida crápula, jura, no tuvo nada que ver. «Las drogas y trasnochar quedaron muy atrás, en los 90. Sedentarismo, tabaquismo, descuido, estrés… Fueron años sin rodar, rupturas sentimentales... Somos viejos. Yo ahora cuido las plantas por la mañana y he cambiado el tabaco por cosas sin nicotina. ¿Se puede decir que de vez en cuando me hago un chini?».

El nuevo Urbizu afrontó en 2011 el rodaje de 'No habrá paz para los malvados' «hecho un Sandokán», pero los seis Goyas no le sirvieron para tener continuidad en el cine. «Creo que he firmado los mejores trabajos desde entonces», reflexiona. Tras 'Gigantes' regresa con otra serie para Movistar, que además es película y se estrena el mismo día en cines: el 26 de marzo. Con 'Libertad', Urbizu cumple su sueño de rodar su propio 'Curro Jiménez', una historia de bandoleros en la España del siglo XIX. Cabezas cortadas en tinajas de aceite, gobernadores corruptos, duelos a navaja y una mujer, La Llanera, que quiere dejar atrás la violencia encarnada por una arrebatadora Bebe en su regreso al cine tras catorce años.

–'Curro Jiménez' lo asocia con su abuela materna andaluza, Raimunda.

–Me cuidó de pequeño. Era una mujer andaluza de nacimiento, analfabeta por decisión de su contexto y de un siglo anterior. Desde pequeño he tenido la constancia de ese pasado y de la cultura andaluza. Matizaba mucho mi condición bilbaína. Tuvimos una gran fortuna, porque mi madre y sus numerosos hermanos, los Jáuregui, mantenían vínculos afectivos y culturales con Andalucía. Por ejemplo, la afición al mundo del toro.

Vídeo. Tráiler de 'Libertad'.

–Siempre soñó con rodar una de bandoleros en exteriores.

–De toda la vida. El tebeo de Carlos Giménez, la película de Vajda ('Carne de horca', 1953)… Todo el imaginario del cine de aventuras está ahí. Robin Hood era un bandolero, Dick Turpin, Guillermo Tell… Se ancló mucho el bandolero andaluz justiciero a partir de 'Llanto por un bandido' y 'Curro Jiménez', pero nosotros no queríamos mostrar gente romántica ni justiciera.

–¿A estos bandoleros les nace conciencia política?

–No. El Aceituno no tiene ninguna conciencia social. El Lagartijo no es un bandolero, sino un terrateniente que quiere que le recuerden, quiere un escudo en una fachada. La Llanera quiere huir de la violencia. El único que tiene dos dedos de frente en cuanto a entender el país y el futuro es el Gobernador. Tiene claro qué está pasando y qué es lo que tiene que pasar. Caos y destino.

-No hay romanticismo.

-No en el sentido de evocación de otros tiempos y otros modos de vida. En el tratamiento del paisaje sí que puede haber algo de romanticismo, influenciado por los paisajistas románticos. Pero son cosas muy privadas, no las ve nadie.

–¿Los bandoleros son nuestro western?

–Bandoleros, exploradores, reyes, vasallos… Anda que no tenemos Historia. Falta el músculo, no hay tradición, desconfianza… Son películas caras. Se han hecho muchas menos de lo que deberíamos para el pasado que tenemos. Si tú ves un tipo a caballo con un sombrero, inmediatamente piensas en el western. Pero no es culpa de ese fulano de Zaragoza que cabalga en 1714. No existía el western cuando estos iban por las sierras. Hay una carga estética en el western tal y como lo conocemos que es herencia española. Le debe mucho a la presencia española en la frontera sur de Estados Unidos. Desde el nombre de las ciudades y las iglesias, la silla de montar… Los indios hablaban castellano cuando llegaron los ingleses. En 'Libertad' estamos 70 años antes de la Guerra de Secesión americana y muchos años antes de que se invente el colt. Y estoy en mi país con mis personajes, no estoy imitando a un tejano.

Bebe encabeza el reparto de 'Libertad', que cuenta con Isak Férriz, Xabier Deive, Jorge Suquet, Sofía Oria y el joven Jason Fernández, además de las colaboraciones especiales de Pedro Casablanc y Luis Callejo.
Imagen principal - Bebe encabeza el reparto de 'Libertad', que cuenta con Isak Férriz, Xabier Deive, Jorge Suquet, Sofía Oria y el joven Jason Fernández, además de las colaboraciones especiales de Pedro Casablanc y Luis Callejo.
Imagen secundaria 1 - Bebe encabeza el reparto de 'Libertad', que cuenta con Isak Férriz, Xabier Deive, Jorge Suquet, Sofía Oria y el joven Jason Fernández, además de las colaboraciones especiales de Pedro Casablanc y Luis Callejo.
Imagen secundaria 2 - Bebe encabeza el reparto de 'Libertad', que cuenta con Isak Férriz, Xabier Deive, Jorge Suquet, Sofía Oria y el joven Jason Fernández, además de las colaboraciones especiales de Pedro Casablanc y Luis Callejo.

–¿'Libertad' habla de la España actual?

–Es inevitable pensar en ella viendo la serie y la película. Hay temas que siguen vigentes. ¿Cómo hubiera cambiado este país de tener un fenómeno similar a la Revolución Francesa? Y todos los tropezones que jalonan la historia del XIX: las constituciones fracasadas, la guerra con Napoleón, el dañino reinado del inútil de Fernando VII. Somos un país que no ha conseguido conseguir una estabilidad de puertas adentro y doscientos años después seguimos a bofetadas.

–¿Por qué una serie y una película?

–La película lo pidió a gritos. Vimos la serie en pantalla grande y los primeros convencidos de que había que dar la oportunidad de disfrutarla en salas fue la gente de Movistar. Me encerré con la montadora y enseguida vimos que la serie albergaba una almendra central que era un largo sólido y coherente. Una película que pedía ser sutilmente diferente en muchos aspectos de la serie: de escaleta, ritmo, banda sonora… A ver qué pasa, es un experimento comercial en estos tiempos.

–Es su primera película en cines desde 'No habrá paz para los malvados', hace ya una década.

–Los proyectos que presentamos se juzgaron como muy arriesgados. Estuvimos a punto de hacer una comedia picaresca, pero no llegamos a un acuerdo con la cadena respecto al casting.

–'2014 hijos de puta' se titulaba.

–Solo hay que cambiar el año, ja, ja. Cada año que pasa hay más.

–Da clases en la universidad desde hace muchos años. Conoce a estas nuevas generaciones formadas en internet y a las que presuponemos gran cultura audiovisual.

–Llevamos cuarenta años destrozando la educación. Jamás se le ha hecho ni puto caso a la cultura audiovisual en ningún tramo educativo. Compáralo con Francia. Los chavales solo consumen audiovisual, pero se piensan que las cosas son así, que no hay intención en el lenguaje, que no hay sentido ni puesta en escena. Y después la cultura. Dices 'Berlanga' y se hace el silencio. 'Buñuel' y se miran. No espero más resultados habida cuenta de lo que se lleva sembrando. Ocho planes educativos en cuarenta años. Si tendría que ser al revés: un plan educativo para ocho generaciones.

–Qué paradoja, desconocen una historia del cine que tienen a un clic.

–Un viejo amigo lo expresa muy bien: mayor acceso, menor conocimiento. El síndrome de la nevera infinita: está todo ahí pero no tienes hambre. Nosotros estrenaban una e íbamos corriendo.

Enrique Urbizu en el set de 'Libertad', que se ha rodado en paisajes agrestes de Madrid, Segovia, Cuenca y Guadalajara.
Enrique Urbizu en el set de 'Libertad', que se ha rodado en paisajes agrestes de Madrid, Segovia, Cuenca y Guadalajara.

–Intentó llevar al cine 'Esos cielos' y 'Un hombre solo'. ¿Volverá a abordar el tema vasco?

–Si me llega una buena historia… A priori no tengo ninguna intención, pero nunca se sabe. Queda mucho por contar ahí. Vengo del XIX, un sitio confortable, con montañas y sin teléfonos ni pantallas.

–Vivimos un boom de películas y series sobre lo que pasó en Euskadi.

–Por eso igual no es buen momento para insistir.

«Se han hecho muchas menos películas de lo que deberíamos para el pasado que tenemos»

western español

«Dices 'Berlanga' a los alumnos y se hace el silencio. 'Buñuel' y se miran. No espero más resultados habida cuenta de lo que se lleva sembrando»

desastre educativo

–Los cines las pasan canutas y todos estamos volcados en las plataformas. ¿Es nostálgico de la cinefilia tal y como la conocíamos?

–La cinefilia ha sido algo inservible. Alude a los gustos y querencias emocionales por un género, o una estrella. Te sabes lo datos, quién dirigió tal película y en tal año. Yo creo que el debate tiene que estar en otro lado, no en el gusto. Hay que tener criterio, cultura, que no es lo mismo que el gusto. Entender textos complejos y no que te guste llevar un cromo de John Wayne o de Brad Pitt. La cinefilia es una visión romántica que sirve para vender, pero el cine no habita ahí.

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