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Una imagen de 'Black Box'.

La clave está en la caja negra

Más de un millón de franceses ha devorado 'Black Box', un thriller que trata de desentrañar un accidente de aviación y en el que el tratamiento del sonido es fundamental

Jueves, 2 de diciembre 2021

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Menos mal que con este título que puede dar lugar a engaño no se estrenó el pasado viernes, en pleno Black Friday, o cómo el consumismo nos devora, este interesante thriller de despachos que se apoya en un diseño de sonido excepcional. 'Black Box', que ha llevado a las salas a más de un millón de franceses, hace referencia a la caja negra que registra la actividad y las conversaciones en la cabina de un avión, un dispositivo esencial para vislumbrar lo que pudo ocurrir realmente en una accidente fatal. El protagonista de esta producción francesa con buen empaque, dirigida por Yann Gozlan, responsable de la estimable 'El hombre perfecto', se ve inmerso en una aparente conspiración que parte de una tragedia aérea que algunos técnicos tachan como una clara acción terrorista mientras quedan demasiados cabos sueltos.

Vídeo. Tráiler de 'Black Box'.

La explicación de lo que aconteció en un vuelo con destino a París desde Dubai no convence del todo a un joven inspector, miembro de la BEA, la autoridad responsable de las investigaciones de seguridad en la aviación civil. En su empeño por desvelar la verdad, si fue un error humano, un atentado o un fallo del propio aparato, se encuentra con algunos inesperados escollos que le empujan a jugarse el pellejo.

'Black Box' te lleva como espectador por el intrincado relato bajo el punto de vista del protagonista, con el sonido como principal baza -hay un trabajo sublime en este apartado, con lo cual es esencial escuchar el resultado en una buena sala convenientemente equipada-. El análisis del audio recogido por la caja negra es el plato fuerte de una apuesta que alarga en exceso su metraje -129 minutos-, como mandan los cánones, pero va desgranando la información de tal manera que aguanta el ritmo con cierta consistencia.

La investigación en secreto del rol encarnado con carisma por Pierre Niney, visto en 'Tan cerca, tan lejos', protagonista a su vez de 'El hombre perfecto', se va enredando de tal manera que no es fácil acabar el puzzle, sobre todo cuando se han cambiado o faltan algunas piezas. La manipulación y las nuevas tecnologías se revelan como el esqueleto de un filme recomendable, sobrio y elegante, donde el problema a resolver no es lo único importante en una trama que engancha sin tirar de escenas de acción. Agudicen sus oídos, esta película se escucha con atención, no solo se mira.

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