«Con este virus no hay certezas, trabajamos con lo que sabemos»
Óscar Sanz, médico internista del hospital Doctor Negrín, explica cómo se han cambiado las estrategias para tratar a los pacientes críticos en función de los nuevos, aunque poco concluyentes, conocimientos sobre el virus
Por qué la evolución del covid-19 en algunos pacientes es tan grave y en otros no? ¿Se puede superar la enfermedad sin adquirir inmunidad? ¿Se podrá encontrar un tratamiento eficaz que disminuya el número de pacientes que empeoran y requieren cuidados críticos? Estas son algunas de las preguntas que se plantea a diario el médico internista del hospital Doctor Negrín, Óscar Sanz. Intenta darles respuestas leyendo publicaciones científicas e investigaciones durante sus horas de descanso porque el 90% de su tiempo de trabajo lo dedica a asistir a los enfermos de covid-19. El flujo de información sobre la enfermedad es continuo y cambiante pero, de momento, es poco concluyente porque la ciencia es lenta y el virus rápido, de hecho apenas lleva tres meses entre nosotros y está causando estragos en todo el mundo. «Certezas absolutas no hay ninguna. En medicina es casi imposible y menos aún en una enfermedad tan nueva», explica Sanz, quien participa compilando los datos recabados por el hospital Doctor Negrín en el estudio de ámbito nacional al estudio Características clínicas yepidemiológicas de los pacientes hospitalizados por covid-19 en España.
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«Nuestra aportación, como la del resto de hospitales que participan es la de recoger datos clínicos y epidemiológicos, y comunicar el tratamiento y el proceso evolutivo de los pacientes atendidos en nuestro centro para unirlos a una base de datos nacional donde se van a sacar datos que puedan responder a algunas de estas preguntas», explica el médico que espera que el estudio sirva para establecer patrones entre los enfermos graves que ayuden a afinar en los pronósticos y determinar la mejor aproximación terapéutica.
El conocimiento acumulado en estos meses ha cambiado mucho la visión que se tenía de la enfermedad. «Al principio pensábamos que esto era simplemente una infección vírica grave y en los enfermos que empeoraban nuestro problema era el virus. Pero después vimos lo que transmitían los estudios chinos y, después, los de los italianos y a descubrir que el fenómeno inflamatorio que provoca el virus es el responsable de la gravedad y del empeoramiento de estos pacientes. No solo había que enfocarse en el tratamiento y valoración del virus sino en la respuesta inflamatoria del organismo que lleva empeoramiento enfermedad y observamos que, en ocasiones, la gravedad de estos enfermos se debe a la formación de coágulos sanguíneos y trombopatía, pequeños trombos en la sangre, de manera más frecuente que en otras infecciones y que son causa de empeoramiento y de mala progresión».
Ante estas apreciaciones las estrategias para afrontar el virus en los pacientes críticos también han variado. «No sabemos si este modo de tratarlos va a ser correcto o no, pero tenemos la impresión de que mejoran, aunque en la medicina las impresiones no sirven para nada y siempre hay un sesgo al valorar a los pacientes», dice Sanz que confiesa que, ante esta dolencia, «no hay certezas absolutas. Trabajamos con lo que conocemos y, si se descubre algo nuevo, se cambia. Como nosotros están todos», explica.
Óscar Sanz, internista e investigador del SARS-CoV-2. Óscar Sanz trata a los pacientes aquejados por covid-19. Los datos que recaba sobre los enfermos los comparte con los investigadores de varios centros hospitalarios que participan en el estudio Características clínicas y epidemiológicas de los pacientes hospitalizados por covid-19 en España. El médico internista es cauto a la hora de pronunciarse sobre una enfermedad que aún plantea más incógnitas que certezas y de la que cada día aparecen nuevos datos.
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