Meilán pide al juez la nulidad de su cese en el IML
La que fuera directora del Instituto de Medicina Legal de Las Palmas (IML), María José Meilán, solicitó ayer al juez la nulidad de su cese alegando que se realizó de forma «torticera» y sin motivación, además de que se llevó a cabo utilizando como argumento las «conclusiones» de un informe de riesgos psicosociales que no se realizó para tal fin.
Hay que recordar que la destitución de Meilán al frente del IML se produjo tras la propuesta de cese formulada por el director general Cesáreo Rodríguez después de las quejas presentadas por trabajadores y sindicatos sobre la manera de dirigir de Meilán.
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La defensa de la exdirectora sostuvo en la vista que la Consejería de Presidencia, Justicia e Igualdad del Gobierno de Canarias les remitió un expediente con solo 25 documentos que aglutinaron «para dar apariencia de legalidad y así poder justificar el cese», manifestó el abogado de Meilán, que añadió que la resolución estaba «viciada» y no acredita la teórica pérdida de confianza que se alega para su sustitución en el cargo.
Por su parte, la representación legal de Gobierno de Canarias sostuvo en la vista que los ceses de cargos de libre designación se pueden llevar a cabo de forma discrecional sin la necesidad de que se abra antes un expediente disciplinario y, además, cuentan con un informe detallado que destaca la «conflictividad laboral» existente en el IML fruto de la mala gestión de Meilán. «Hay denuncias por parte del colectivo de médicos, psicólogos, trabajadores sociales, sindicatos, etcétera, que han mostrado su malestar por el mal proceder de Meilán cuando era directora. Manifestaron su protesta por el reparto poco efectivo de trabajo, la falta de supervisión, una dirección despótica y soberbia... y el informe posterior solo sirve para constatar estas cuestiones», manifestó el letrado. Por ello, añadió, «ante esta situación tan compleja, la Administración se ha visto obligada a tomar una decisión cesándola de su cargo».
Hay que recordar que el informe al que se referían las partes detectó en una elevada cantidad de trabajo en el IML, que provocaba estrés, tensión y conflictos entre los empleados, además de la falta de equidad en la distribución de las tareas y el sistema establecido de duración de las guardias y del tiempo posterior de descanso. Aludía además a «formas de comunicación muy poco adecuadas con faltas de respeto que generan conflictos y redundan en la eficiencia del servicio y bajas laborales por trastornos afectivos. Se refiere también a un trato hostil, amenazante y de hostigamiento psicológico por parte de la dirección a los médicos».
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