Las disputas internas entre los empresarios que componen la CEOE demorará hasta entrado el 2018 la subida salarial en nuestro país. El 2017 pasará sin pena ni gloria y sin mejoría en el poder adquisitivo de los trabajadores después de que sindicatos y empresarios no lograran alcanzar un acuerdo y a pesar de la recuperación de la actividad.
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La CEOE lanzó este año una propuesta de subida que se movía en una horquilla de entre un 1,2% y un 2,5% (incluido aquí medio punto variable en función de las características propias de cada empresa y sector) mientras que los sindicatos reclamaban entre un 1,8% y un 3%, además de la recuperación de la cláusula de revisión salarial vinculada a la evolución de la inflación. Desde el verano y tras varios intentos, los sindicatos dieron por muerta la posibilidad de un acuerdo salarial.
El presidente de la patronal, Juan Rosell, ha intentado, sin embargo, conseguir ese pacto antes de que acabara el año.
Esta semana llevó a la junta directiva de la patronal una propuesta mejorada de subida que se igualaba a la de los sindicatos. Planteaba subir un 3% las retribuciones de los trabajadores: dos puntos se corresponderían con la parte fija y un punto más en la variable. Eso sí, la cláusula de revisión pasará a mejor vida porque ya ni un solo empresario quiere volver a oír hablar de subida salarial vinculada a precios. Ahora manda la productividad y la situación económica.
La propuesta de Rosell fue recibida con uñas y dientes por la patronal madrileña, para quien es excesiva. Rosell, que terminará su mandato en 2018 y no volverá presentarse, no entrará en esta guerra. Su tibieza ante el conflicto catalán le ha generado numerosos detractores en el seno de la CEOE y no quiere líos. La patronal volverá a sentarse en enero para tratar el tema mientras que desde el Gobierno se presiona para que se cierre cuanto antes el pacto salarial.
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