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Que sea la Justicia quien decida

«En el caso Yéremi hay que dejar trabajar a la Justicia y a los investigadores, sin presiones ni fanatismos»

Jueves, 16 de julio 2020, 09:33

Esta semana ha vuelto a ser noticia el caso Yéremi porque Antonio Ojeda alias el Rubio y principal sospechoso para los investigadores de su desaparición, cumple condena y pisará la calle cinco años después de que fuese detenido. Será un hito que removerá conciencias y sentimientos en la familia del joven que fue visto por última vez jugando en el solar que hay al lado de la casa de sus abuelos en Los Llanos, Vecindario, pero no hay que olvidar que el Rubio nunca pudo ser sentado en un banquillo como autor de los hechos ya que el juez instructor y luego la Audiencia Provincial de Las Palmas determinaron que no había pruebas concluyentes en su contra.

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Ahí empieza el dilema moral a la hora de tratar a un condenado que está a punto de pagar sus delitos ante la Justicia y que durmió todas las noches de estos últimos cinco años en un centro penitenciario ya que no contó con ningún tipo de permiso ni beneficio. El Rubio fue condenado por agredir sexualmente a otro menor en El Doctoral, al que convenció para ir a la cuartería donde vivía a cambio de regalarle una bicicleta. Ahí, en esa chabola, fue cuando se produjo la agresión sexual y por estos hechos, fue penado a cinco años de cárcel, la condena mínima en este tipo de delitos. Pero este asunto fue juzgado y sentenciado y siempre ha estado a la sombra de caso Yéremi que es el que realmente dio trascendencia mediática a este agresor sexual.

Ahora que extingue su pena privativa de libertad, volverá a Santa Lucía, a su municipio de origen y donde mantiene el poco arraigo familiar que le queda. Y lo hará con la eterna sombra de la sospecha del caso Yéremi, pero la misma debe de quedar ahí y no ir más allá. En meras sospechas a la espera de que el abogado de la familia del desaparecido presente en el juzgado un escrito solicitando la reapertura del procedimiento como anunció el verano pasado. Será en ese momento cuando de nuevo, la Justicia tendrá que tomar cartas en el asunto y decidir si dicha petición es concluyente o no para volver a investigar a Antonio Ojeda o a quien pudiese estar relacionado con la desaparición de Yéremi. Ojalá que el trabajo llevado a cabo por el letrado surta efecto y se puedan encontrar pistas sobre el paradero del niño porque la agonía que ha vivido su familia en estos 13 años –que se cumplen el martes– ha sido inhumana. Sea el Rubio o no, hay que dejar trabajar a la justicia y a los investigadores, sin presiones ni fanatismos, y deben de ser ellos, únicamente ellos, los que tomen decisiones sobre este caso. El resto, aunque cueste, debe de permanecer a la espera. Ojalá el tiempo aporte buenas nuevas que ayuden a curar las heridas.

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