Se salvaron al refugiarse en casas

La casualidad quiso que el jueves el grupo se separase en dos. Por una parte, José Daniel y Silva se fueron a visitar el Parque Güell, mientras que Jaime, Orlando, Yaizen y Carlos se quedaron en La Rambla: «Estábamos a punto de entrar a la calle cuando vimos a un montón de gente corriendo en nuestra dirección y una mujer nos gritó que había una furgoneta atropellando a gente, que nos fuésemos del lugar cuanto antes», relata aún en shock Carlos Lozano.

En ese momento los cuatro jóvenes naturales de Agüimes se metieron corriendo dentro de un portal para refugiarse de la masacre: «No sabíamos exactamente lo que pasaba pero intuíamos que era un atentado. Una señora nos dejó subir a su casa para descansar y beber agua porque encima nos habíamos quedado sin baterías para llamar a nuestros familiares», recuerda Yaizen Lozano. Gracias a la amabilidad de esa mujer estos cuatro grancanarios pudieron llamar a José Daniel y Silva que aún estaban en el parque Güell inconscientes del peligro que había en la calle. «Nos llamaron y por eso entramos en un club de natación y luego un chico italiano nos dejó quedarnos en su casa a dormir porque no podíamos entran a la zona del hotel». Seis chicos a los que la diosa fortuna les sonrió y de qué manera este jueves en Barcelona.

Estos jóvenes salvaron la vida gracias, en buena medida, a una feliz circunstancia. Iban de camino a La Rambla cuando Carlos Lozano dijo de dar la vuelta para comprar un número de lotería. En esos diez minutos de espera fue cuando el camión arrolló a decenas de personas en la céntrica zona barcelonesa. A ellos ya se puede decir que les ha tocado la lotería.

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