Una década para proteger la seba

Más de 10 años de lucha y decenas de informes de reputados científicos han encontrado su recompensa esta semana con la inclusión en el Catálogo Español de Especies Amenazadas con la categoría de vulnerable de la seba canaria (Cymodocea nodosa), la especie que conforma uno de los ecosistemas marinos más importantes. Los colectivos ecologistas de Canarias y decenas de investigadores han visto esta semana como su larga lucha para lograr una protección para la seba canaria que en el futuro impidiera dislates como la construcción del puerto de Granadilla, que ha destruido uno de los sebadales más importantes del Archipiélago. El Ministerio de Medio Ambiente aprobaba este miércoles la inclusión de la Cymodocea nodosa en el Catálogo Nacional de Especies Protegidas como especie vulnerable. Desde febrero, cuando se cerró el plazo de alegaciones a su solicitud, Ben Magec-Ecologistas en Acción está esperando a que la seba se incluyera en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas. Siete meses después ya es una realidad que pone un punto y seguido a una batalla que dura ya más de una década y que los ecologistas advierte que no van a dar por cerrada hasta que el Gobierno canario le dé esta categoría en el Catálogo de Especies Protegidas de Canarias, donde está como especie de interés para los ecosistemas canarios y, por tanto, «prácticamente desprotegida», según reconoce Yasmina Encinoso, portavoz del colectivo. Ahora, explica, la seba ya es una especie vulnerable y se protegerá como tal y no sólo si se encuentra integrada en la Red Canaria de Espacios Naturales Protegidos o en la Red Natura 2000 tal y como figura en el catálogo Canario de Especies Amenazadas. Esto permitirá, entre otras cosas, desarrollar planes de recuperación, así como proteger importantes zonas marinas y del litoral de Canarias. Y, aunque la incorporación al catálogo nacional «no servirá para parar el puerto de Granadilla», que es el origen de la lucha para su protección, sí valdrá, dice Encinoso, para exigir la protección de la costa, la paralización de obras que atenten contra poblaciones de sebadales aquellas que no están declaradas como de interés general y, sobre todo, la mejora de la depuración de las aguas residuales.

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