Taph no ha dicho su última palabra
El partido que realizó Sitapha Savané en la mañana de ayer confirman las sensaciones de su ultima actuación liguera en La Fonteta; la de una línea de mejoría evidente, la de un jugador consciente de su bajo rendimiento en los compases iniciales de la temporada y las ganas de volver a convertirse en el jugador que fue. Da igual la edad, da igual los minutos, da igual su rol en el equipo. Taph no quiere que su vuelta al Herbalife quede en mera anécdota y está empezando a demostrarlo.
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Ante el Obradoiro firmó sus mejores cifras: 19 de valoración gracias a sus 9 puntos, 6 rebotes y 3 tapones en los casi 13 minutos que estuvo en pista. Se le vio cómodo, con ganas de protagonismo y aprovechando al máximo sus minutos, en tramos del encuentro donde el resultado era apretado.
Pero si en algo destacó el africano fue en el liderazgo. Savané tiró de galones cuando saltó a la cancha, y en un equipo plagado de menos habituales marcó el terreno a base de tapones y canastas, consiguiendo que el marcador no se viera alterado a pesar de la ausencia de hombres claves en pista como Omic, Pangos o Báez.
Aunque fueron los propios Pagos y Omic los que volvieron a liderar al equipo y convertirse en los mejores sobre la pista, cada uno a su modo.
El joven base canadiense firmó una actuación estelar con 21 puntos, 4 asistencias y 4 rebotes que se plasmaron en 26 de valoración. Pangos, aunque ayer se le vio tan afinado como de costumbre de cara al aro, dio además un paso adelante a la hora de distribuir el balón y mover al equipo. El base está creciendo a pasos agigantados y está confirmando todas las esperanzas que se pusieron en él.
Por su parte, Alen Omic volvió vivir su particular comunión con el graderío. Siendo el segundo mejor jugador valorado del conjunto claretiano (24) al anotar 17 puntos y capturar 9 rebotes, sus continuos gestos y aspavientos a los aficionados amarillos volvieron a hacer enloquecer al Arena.
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Dos fichajes que están demostrando ser aciertos rotundos de la dirección deportiva y que están totalmente adaptados a los que les pide un Aíto García Reneses ausente en el encuentro de ayer, quedando Israel González, segundo entrenador, al mando del equipo. Y, por otro lado, un Savané que parece que está volviendo a ser, pese a sus 37 años, el jugador que enamoró al Gran Canaria en su dilatada primera etapa.
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