REF: la cruzada por ser diferentes

Lunes, 20 de julio 2020, 08:04

En los próximos meses oirá hablar del Régimen Económico y Fiscal (REF) cuyas siglas producen tirria. Sin embargo, durante el año que viene las autoridades autonómicas, nacionales y europeas van a estar revisando aspectos tan concluyentes como subvenciones al empleo, el precio del agua, o cuánto paga por el teléfono.

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Resulta mucho menos costoso para los inversores que en el territorio de la Unión Europea (UE) las reglas del juego económico sean iguales para todos. Pero hay unas regiones, las ultraperiféricas, que han conseguido salirse de lo común alegando el sobrecoste de la lejanía y, en algunos casos, de la insularidad. Eso les ha permitido tener unas reglas diferentes, pero las excepcionalidades hay que justificarlas de forma permanente con el objetivo de evitar posibles distorsiones en el mercado europeo. A Canarias le toca ahora que le examinen su Régimen Económico y Fiscal (REF), un conjunto de singularidades que implican menores costes a base de subvenciones directas o bonificaciones fiscales. Estas ayudas no surgen porque sí, sino para compensar lo que cuesta vivir y trabajar en las islas. Nunca ha sido un camino de rosas negociar el REF. Por una parte, al Estado le cuesta dinero sostenerlo ya que, o tiene que desembolsar recursos para las subvenciones, o deja de ingresar por las bonificaciones fiscales. Por otra parte, en la UE muchos territorios pujan por tener modelos similares y el temor a las distorsiones financieras siempre está presente en Bruselas. La primera prueba de fuego del REF en Europa fue en los años noventa, pero las autoridades comunitarias ya conocían que Canarias era un territorio singular puesto que las islas entraron en la entonces Comunidad Económica Europea con un pase diferente. Aún así, los negociadores de entonces recuerdan un proceso complicado. Algunos afirman que no menos que ahora. Cuentan que es importante primero que los ministros españoles entiendan el sentido del REF y sobre todo, el conjunto de bonificaciones y deducciones fiscales aplicadas en Canarias. Y eso, para cualquier ministro de Hacienda que tiene que responder ante el resto del país, no es nada fácil.

Pegas. De hecho, hoy en día vuelve a ser la pata fiscal del REF a la que más pegas ponen los funcionarios. No obstante, el Gobierno de Canarias ha respirado al escuchar al ministro Cristóbal Montoro, que no hay discrepancias porque todavía no ha comenzado la negociación formal entre el Estado y el Ejecutivo autonómico. Precisamente es la inexistencia de los contactos a ese nivel lo que genera inquietud en empresarios y algunos responsables políticos. «No es lo mismo tener que negociar en Bruselas un texto acordado a nivel técnico que respaldado por ministros», apuntan. Otros actores que han participado en la negociación del REF en años anteriores sí consideran que el contexto actual es «más difícil» ahora. Ponen el acento en el hecho de que los gobiernos central y autonómico basan sus relaciones en la crispación. A eso suman el propio escenario europeo. El presupuesto comunitario fue bloqueado por el Parlamento el año pasado al reclamar un aumento de las aportaciones de los estados miembros. A mediados de este año, se llegó a un acuerdo pero todavía ni el Consejo ni la Eurocámara lo han ratificado. Paralelamente, la armonización fiscal se ha convertido en el mantra de la Unión Europea. En este sentido, cobra más valor el hecho de que la ultraperificidad haya llegado a estar incluida en la Constitución Europea.

Nuevos tiempos. En cualquier caso, cabe preguntarse si la revisión del REF encaja en los nuevos tiempos. La Consejería de Economía, Hacienda y Seguridad del Gobierno autonómico abrió la reforma a la participación ciudadana. Sin embargo, no ha difundido las aportaciones hechas. Es esto lo que levanta ciertas suspicacias en algunos sectores profesionales. Critican por ejemplo el hecho de que no se hayan hecho extensivas a la ciudadanía ciertas deducciones fiscales de las que se siguen aprovechando las empresas. O que siga resultando más caro el comercio electrónico por los arbitrios que hay que pagar a la hora de recibir el producto adquirido. Al fin y al cabo, han sido las organizaciones empresariales más potentes las que han venido marcando los parámetros principales del REF, actuando como verdaderos grupos de presión con fácil acceso al poder político.

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