Los herederos del nacimiento
Si la crisis no sigue estrangulando a la sociedad y Papá Noel no acaba devorando los belenes, al nacimiento de la plaza de San Gregorio le queda vida para rato. Será siempre, para el fin de los días, el belén de José Sánchez, pero para cuando él no esté, ya tiene designados herederos. Serán dos de sus sobrinos.
A José Sánchez no le hace falta firmar ningún testamento. Esta herencia se gana a pulso, aprendiendo el oficio a su lado, siguiendo paso a paso la maestría con la que este artesano lleva 45 años montando el belén de Telde, el de la plaza de San Gregorio. Y eso es lo que vienen haciendo en las últimas ediciones José Miguel Velázquez, de 45 años, y Arión Tejera, de 21, dos de sus sobrinos. Ahora que sabe que, por fin, su belén lucirá un año más frente a la iglesia de San Gregorio, ha acelerado los trabajos para preparar el montaje.
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Ayer mismo José Miguel y Arión le estaban echando una mano a su tío a embalar las figuras. Parecían cirujanos en una mesa de operaciones. Las meten en cajas repletas de virutas. El cuidado es máximo. «¿Sabes cuánto me costó esa figura?», dice señalando al campesino que sujeta José Miguel. «175 euros». Tiene firma. Es de José Luis Mayo Lebrija, una referencia nacional en este tipo de imaginería. «Hay quien se sorprende por los 3.000 euros que cobra mi tío por el belén, pero es que sus figuras valen mucho más».
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