«Llamo cada semana por si se olvidan»

Lunes, 20 de julio 2020, 08:33

Lucía es una más de las afectadas de cáncer que espera le citen en el Negrín para iniciar su radioterapia. «Llamo cada semana por si se olvidan», dice. En septiembre le extirparon un tumor agresivo de mama en un centro privado, el 8 de enero finalizó la quimioterapia en el Insular. Y, desde entonces, espera. Lucía ya ha recorrido gran parte del camino de su guerra personal contra el cáncer. Pero, aún le falta el remate para cerrar este capítulo y proseguir con su vida. Con solo 33 años, le diagnosticaron un tumor agresivo en la mama derecha a principios de septiembre, se lo extirparon a los pocos días y el 8 de enero finalizaba la quimioterapia. Se suponía que dos semanas después iniciaría, por fin, el último tramo de su proceso oncológico. Pero no ha sido así. Aún espera que el servicio de radioterapia oncológica del Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín la cite para iniciar el tratamiento de radioterapia. «Esto es un infierno y quiero que pase ya», señala Lucía, sin perder la esperanza de que hoy (por ayer) sea el día que reciba esa llamada. «Llamo cada semana por si se han olvidado de mí», comenta. Esta joven cuenta que llevaba a rajataba sus revisiones periódicas ginecológicas. Acababa de volver de vacaciones cuando se detectó un bultito en el pecho derecho, que consideró «extraño a su cuerpo», resalta. Lucía entonces, acudió al médico de cabecera que le dijo que «no era nada». Entonces buscó una segunda opinión y ésta refirió a un quiste sebáceo. En desacuerdo con ambos diagnósticos, porque «soy una tozuda y sabía que era algo que no me pertenecía, que nunca había estado allí», recuerda, acudió a su ginecólogo, quien no dudo en remitirla al Negrín para un punción que confirmara la mala noticia. Y así fue. A Lucía le diagnosticaron un cáncer de mama nivel 1 grado 3 Su ultima ecografía y revisión databa de dos meses antes, en junio, y no había nada. «El médico me dijo que era agresivo y que al ser tan joven las células se dividían más rápidamente, pero que no me operarían antes de 50 días», matiza. «¿Era tan agresivo que en dos meses me salió y tenía que esperar?. !No podía creerlo!», recuerda que pensó. Así que se fue a su seguro privado y la operaron en 10 días. «Me da mucha pena las personas que no tienen este recurso porque se lo que se pasa», afirma. Luego vinieron seis sesiones de quimioterapia. Y, ahora, la espera», sentencia.

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