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La 'teranga' que conquistó al CID

Viernes, 17 de julio 2020, 13:04

Senegal es conocido mundialmente como el país de la teranga, palabra que en wolof, su dialecto más hablado, significa hospitalidad. Y justamente ahí, en su capital de Dakar, nació el 20 de agosto de 1978 Sitapha Alfred Savané Sagna.

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Al amparo de su padre político (Landing Savané, el que fuera ministro durante siete años) y de su madre (Marie Angelique, alta funcionaria de la ONU) Taph creció feliz siendo uno más en las calles de Dakar, y como cualquier adolescente, sin hacer mucho caso al baloncesto, que detestaba, soñaba con ser estrella de fútbol como lo era ya por entonces Michel Platini, su primer gran ídolo.

Fue el Dream Team de Jordan, Johson, Bird y compañía, aquel equipo que deslumbró en las Olimpiadas de Barcelona 92, el que despertara su interés por el basket. Desde entonces no dejó de lanzar a canasta hasta convertirse en uno de los mejores deportistas de su país, lo que es hoy en día y será para siempre.

Antes de recalar por primera vez en España estudió (de 1997 a 2000) en la Academia Naval de EE UU, una especie de fábrica de líderes, donde se licenció en Económicas a la vez que destacaba en el Navy University de la NCAA. Luego, en Menorca dio sus primeros pasos (temporada 2000-01). En Tenerife se hizo un hueco en la ACB (donde logró un ascenso a la máxima categoría en su tercer año), y con el Gran Canaria ha marcado un hito en la historia claretiana en sus ocho campañas.

Treinta y tres años después de su nacimiento, por las venas de Savané corre también sangre española, canaria, grancanaria y claretiana. Hace ocho años, las mismas temporadas que defendió con todo su honor los colores de la camiseta del CB Gran Canaria, trajo a la Isla su mejor teranga, esa que ha conquistado a todo un Centro Insular que jamás dejará de corear su nombre: «Savané, Savané, Savané», retumban ya en cada una de sus esquinas. El gran capitán le decían. Le dicen. Le dirán. El siete. El único...

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