La memoria cerrada de Los Rodeos

En marzo de 2017 se cumplirán 40 años del que hoy sigue siendo el mayor accidente de la historia de la aviación. La Mesa Mota, la montaña de La Laguna sobre la que se erige el monumento en recuerdo a las 583 fallecidos, será, a buen seguro, lugar de peregrinación de los familiares de las víctimas. Hoy su acceso está cerrado.

Jan Groenewoud perdió a siete miembros de su familia el mismo día. Viajaban en el avión de la KLM que el 27 de marzo de 1977 chocó contra otro de la compañía Pan American Airlines (PanAm) en el aeropuerto de Los Rodeos. Una de las primeras acciones que llevó a cabo cuando decidió tomar la iniciativa y crear la Fundación de Parientes de las Víctimas del Accidente Aéreo de Los Rodeos hace más de 10 años fue la de erigir un monumento cerca del aeropuerto para honrar la memoria de los fallecidos y para que los supervivientes y los miles de familiares que visitan Tenerife tuvieran un lugar al que acudir. La escalera de caracol, la gran escultura que se eleva hacia el cielo en la Mesa Mota, la montaña de La Laguna desde donde mejor se puede contemplar el aeródromo, se inauguró en 2007, pero hoy no se puede llegar hasta ella. Lo impide una barrera.

Hace unas semanas Jan Groenewoud viajó a Tenerife junto a otros miembros de la fundación alertado por decenas de familiares de fallecidos en aquel accidente de que no habían podido acceder al lugar que casi consideran como la tumba de sus seres queridos. Efectivamente, una barrera les cerraba el paso.

De la Mesa Mota se fueron directos a la plaza del Adelantado de La Laguna, para entrevistarse con el alcalde, y luego hasta el Cabildo, para hacerlo con su presidente. Querían una explicación de por qué un lugar cargado de sismología para las víctimas del accidente de 1977 y al que cada año acuden miles de personas estaba cerrado a cal y canto. Pero, la visita a Fernando Clavijo y Carlos Alonso, respectivamente, la hicieron una semana antes de las pasadas elecciones y ninguno de los dos los recibió. Les dijeron, denuncian, que ambos mandatarios estaban inmersos en la campaña electoral y «no estaban disponibles» para hablar con ellos.

El colectivo critica no sólo la dejadez de «autoridades locales» para con el lugar en el que se honra la memoria de sus familiares, sino que «no respondan a los escritos de gran preocupación» enviados por la asociación y ni siquiera los reciban.

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