La Fundación Kraus se esfuma

Rosa Kraus, hija del desaparecido tenor, fue la cara visible de la familia en el convenio que ésta firmó en 2010 con el Cabildo de Gran Canaria. La entonces consejera de Presidencia, Encarna Galván (PSOE), presentaba ante los medios de comunicación el acuerdo. La Corporación insular hacía entrega de uno de los edificios propiedad de la institución, en la calle Buenos Aires, en la zona de Triana. Un inmueble diseñado a principios del siglo XX por Laureano Arroyo y que estaba valorado en unos 400.000 euros.

Pero, además, el Cabildo grancanario se hacía cargo de la rehabilitación y preparación del mismo para lo que destinaba de forma inmediata medio millón de euros.

Comenzaban las obras en julio de 2010, cuando Galván aseguraba que «en diciembre» la Fundación Alfredo Kraus tendría la sede lista. Eso significaba que la capital grancanaria albergaría el «legado» documental del tenor, miles de fotografías profesionales más de 5.000 solo de escena y familiares, libros, diplomas, insignias, vestuario, fonoteca, videoteca...

Diversos problemas a la hora de comenzar las obras y la petición, por parte del Ayuntamiento capitalino, de que se hicieran unas catas para valorar la estabilidad del edificio retrasaron la rehabilitación del mismo. De hecho, llegaron las elecciones y hubo cambio de Gobierno en el Cabildo Insular.

Con todo, los nuevos responsables (PP) apostaron por continuar con el proyecto y mientras se realizaban las obras en 2012 ya se destinó una partida presupuestaria como colaboración económica con la Fundación Alfredo Kraus, para «gastos corrientes», de 12.000 euros y otros tantos en 2013 además de que se asumieron más gastos en la rehabilitación que, finalmente, costó casi 800.000 euros.

Sin embargo, la familia Kraus, tras un estudio de viabilidad realizado por Alejandro Vitaubet, ha decidido que la fundación no arranque, al menos en la isla.

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