La economía recobra el protagonismo
La promesa de Rajoy de impulsar nuevas exenciones del IRPF ha logrado el propósito que perseguía el PP: devolver el protagonismo de la campaña a la economía. Los populares exhiben la recuperación como su punto fuerte, pero todos los partidos ofrecen sus propias fórmulas para mejorar la situación.
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No está en el programa electoral del PP ni se conoce en detalle la letra pequeña, pero la promesa que el presidente del Gobierno lanzó a los votantes a diez días de las urnas -si vuelve a gobernar tras el 20D eliminará la obligación de pagar el IRPF a los mayores que prolonguen su vida laboral más allá de su jubilación, durante un año a los jóvenes que encuentren su primer empleo y dos años a los parados que monten un negocio- ha conseguido situar de nuevo la economía en primerísimo plano de campaña.
Al margen de buscar la complicidad del votante de más de 65 años, que es el segmento de edad donde reina el PP, la iniciativa que Rajoy se guardaba en la manga pretendía también llevar el debate electoral al terreno económico, en el que los populares se mueven con más comodidad. Desde el principio el PP ha querido centrar el debate en los síntomas de recuperación económica, en los que ven su principal baza para lograr que los españoles renueven la confianza a Rajoy, pero la dinámica abierta de la campaña ha difuminado los asuntos económicos en los primeros días de la carrera electoral. Ahora vuelve a ser el centro de atención. Todos los partidos consideran que la economía va a ser un factor clave a la hora de escoger la papeleta, especialmente tras la dureza de cuatro años marcados por los recortes, hasta el punto de que las diferencias en esta materia pueden decidir quién gana las elecciones. En esta línea, los programas de todas las formaciones que aspiran a tener algo que decir tras el 20D llevan una amplia oferta para incentivar la economía, desglosada en propuestas sobre fiscalidad, mercado laboral y medidas de estímulo empresarial. En relación a la política de impuestos que Rajoy ha vuelto a poner sobre la mesa con su promesa de nuevas exenciones del IRPF, las posiciones están muy encontradas. El PP y Ciudadanos coinciden en proponer una rebaja impositiva general, mientras que Podemos opta por subir los tipos a las rentas más altas. El PSOE propone llevar a cabo una reforma tributaria en el plazo de seis meses si llega al poder, pero la pondría en manos de una comisión de expertos para que determinen cuáles deben ser los cambios para tener un sistema fiscal progresivo, justo y viable.
En cuanto al techo de déficit pactado con Bruselas para los próximos años, cuya reducción hasta el 0,3% del PIB en 2018 implica mantener en gran medida la política de austeridad y contención del gasto, los partidos se comprometen a cumplirlo, pero con matices. Mientras el PP lo considera una prioridad, el PSOE apuesta por flexibilizar las condiciones y dejarlo en un 1% en 2019. Ciudadanos propone recortar el déficit en 3.500 millones el primer año y renegociar el resto, y Podemos quiere sacar el principio de estabilidad financiera del artículo 135 de la Constitución.
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