La coreografía de Los Cazafantasmas

Viernes, 17 de julio 2020, 11:25

Podemos es una extraordinaria maquinaria de comunicación. No hay detalle que no esté medido, aunque cualquier guiño de Monedero pueda parecer fruto de la ciencia infusa. Establecidos ya como una fuerza política de gran relieve, los líderes son acompañados en caravana por una pléyade de periodistas de medios estatales. Esos, sentados entre el enjambre local, van recitando de memoria cada frase, cada gesto, cada canción, todo perfectamente medido en la escaleta del acto.

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Así se mantuvieron en sus asientos cuando el Pilar entró en combustión. Eran las 20.05 horas, 35 minutos después de lo esperado. Y allí entraron los referentes y los candidatos de Podemos, cruzando el escenario como U2, mientras sonaba la banda sonora compuesta e interpretada por Ray Parker Jr. para la banda sonora de Los Cazafantasmas.

Porque esa es la genética que se quiere arrogar Podemos. La del partido transparente, horizontal y socialmente llano, que ha llegado para condensar en el olvido a los fantasmas profesionales de la política nacional.

Y el mensaje cala. La manifestación de apoyo público de anoche demuestra que Las Palmas de Gran Canaria es territorio Podemos. La capital de la Isla, muy escorada a la derecha en el voto tradicional, se ha convertido en una de las plazas potentes del proyecto político de Iglesias.

El medido abrazo de Monedero a Iglesias, la cínica y maquiavélica aportación de Monedero, la retórica florida de Errejón. Hasta el discurso social y contundente de Irene Montero. Todo eso cala en una ciudadanía especialmente harta, la insular. Esa que no solo ha vivido atrapada, en el desprecio de la distancia, por el bipartidismo. Esa que ha sido constantemente humillada por el perverso sistema electoral del Archipiélago, ese que siempre ha dado el triunfo al nacionalismo de bolsillo; contra eso también ha prometido luchar Podemos. Y la gente le cree.

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