Experiencia positiva en Canarias

La actriz española Ingrid García-Johsson es uno de los rostros con mayor proyección del cine español. Como Cordelia, una joven que acaba en las manos de una secta instalada en el Norte de Gran Canaria, se la ha visto recientemente en 'Acantilado'. Un filme que le ha permitido volver a un Archipiélago donde tiene familia.

Jueves, 16 de julio 2020, 13:00

Ingrid García-Jonsson (Skellefteå (Suecia) 1991) se le ilumina el rostro cuando nombra «las papas arrugadas». No se trata de una pose estudiada para conquistar a los lectores del medio insular que le realiza la entrevista. Sabe muy bien de lo que habla, por lazos familiares. La protagonista de Acantilado, el filme de Helena Taberna que llegó hace unas semanas a los cines y que en buena medida se rodó en Gran Canaria, tiene familia en Lanzarote. «Mis tíos y mis primos viven en Arrecife. He estado en dos ocasiones en la Isla, aunque ya hace mucho tiempo del último viaje. Es mi isla favorita. Recuerdo muy bien los Jameos del Agua y, sobre todo, toda la zona volcánica del Sur», reconoce durante la promoción de Acantilado. Esta actriz, nacida en Suecia y criada en Andalucía, suspira cuando recuerda las sensaciones que guarda en su memoria de su paso por la isla conejera. «Recuerdo pasármelo muy bien durante los viajes que hice para ver a mi familia. El olor de Lanzarote me viene mucho. La fusión entre el olor a mar y la ciudad, Arrecife, es algo que me fascina», apunta esta joven que comenzó a despuntar para el gran público gracias a su papel en Hermosa juventud (2014), dirigida por Jaume Rosales. De la mano de Acantilado, Ingrid García-Jonsson volvió a pisar el Archipiélago, circunstancia que le hizo mucha ilusión, tal y como asegura, sobre todo porque le permitió descubrir que las Islas Canarias son mucho más que la estampa tópica que se promociona de sol y playa durante los 365 días del año. «Cuando les decía a mis amigos que me iba a rodar a Canarias Acantilado, todos, incluida yo misma, pensaba en el sol y la playa. Pero el rodaje se desarrolló sobre todo en el Norte de Gran Canaria. ¡Y pasamos un frío tremendo! Además, hizo mucho viento. Recuerdo el día que fuimos a rodar a la Playa de las Mujeres, donde nos decían que siempre hacía sol. ¡Pues hizo un frío tremendo!» , rememora entre risas. Estas circunstancias meteorológicas no fueron un obstáculo sino un aliado, tanto para la propia película como para la imagen de las Islas que el filme retrata. «El tiempo fue un aliado para la historia que cuenta la película. Junto con el paisaje, se convirtió en un personaje más. Además, ofrece una visión distinta de Canarias. Demuestra que es un lugar muy rico en paisajes, con mucho que ofrecer y enseñar, más allá de sus estupendas playas», asegura con orgullo. En Acantilado, García-Jonsson integra un reparto compuesto por Goya Toledo, Juana Acosta y Daniel Grao. Se encarga de dar vida a Cordelia, una joven que procede del País Vasco y que acaba en las manos de una secta radicada en el Norte de Gran Canaria. Apunta que se trata de uno de los personajes más «difíciles y complejos» al que ha tenido que hacer frente hasta el momento. «Cordelia es un personaje muy complicado. Está muy fragmentado. No tiene un arco claro y cuenta con muchos huecos que hay que rellenar. Era necesario generar una base sólida para que tuviese sentido», apunta sobre su creación. Estas dificultades se transformaron en un reto placentero. «Me gustó mucho crear a Cordelia. Ha sido un reto enorme. Ha sido uno de los trabajos en los que menos segura me he sentido. Dejé que saliesen cosas que no estaba muy segura de si iban a funcionar o no. Y eso no fue nada sencillo para mí, porque soy una persona muy racional», explica. La cineasta navarra Helena Taberna les dio una pauta fundamental a los actores que integraban el reparto del filme. «Nos pidió mucha contención y nos situó a todos en una situación de mucha vulnerabilidad. Ella es muy lista y en ocasiones buscaba que no supiésemos del todo lo que hacíamos, para que nos sintiéramos como los personajes. Acabamos al borde de un acantilado, como los propios personajes», apunta de nuevo con una amplia sonrisa. Entre los distintos personajes que pueblan esta ficción, que se inspira en el libro El contenido del silencio, de Lucía Etxebarría, imperan los silencios frente a las palabras. «Me gustan los personajes que callan más que hablan. Al fin y al cabo, en el día a día todos somos un poquito así. Además, este tipo de personajes ayuda a no dárselo todo masticado al espectador. Se les mantiene en tensión, siempre pensando sobre lo que está sucediendo en la pantalla», añade la actriz. A la hora de elegir un nuevo personaje, Ingrid García-Jonsson apuesta por papeles que no tengan cosas en común con su propia persona y, sobre todo, que sean muy distintos a los que ya ha encarnado.

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«Si en este trabajo te acomodas, acabas haciendo solo lo que ya sabes que te sale bien y que tienes muy claro que a la gente le gusta. Pero el objetivo es que los personajes estén vivos y para ello es fundamental que investiguemos y luchemos por abrir nuevas vías. El espectador se merece que lo demos todo y que consigamos emocionarle», asegura la actriz, que en breve comenzará a promocionar el fime Guernika, de Koldo Sierra.

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