El sistema más manipulable

Varado en una disposición transitoria que se ha eternizado, el sistema electoral canario genera más debate que nunca. Un grupo de expertos juristas y politólogos analiza su incidencia en la aritmética política de las Islas y señala sus defectos. «Es el sistema más manipulable del mundo», dicen.

El foro cívico Demócratas para el cambio reunió este sábado una representación de expertos insulares y políticos de antaño para desmenuzar la realidad del sistema electoral de las Islas, una cita en la que se puso de relieve, en la opinión de los ponentes, el mal estado del asunto. El catedrático de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma de Madrid, José Ramón Montero, aludió al siglo XVIII para encontrar una semejanza a la poca representatividad territorial del voto tal y como se ejecuta en Canarias.

«El sistema canario es el más manipulador del mundo. No existe otro caso en el que haya una desproporción desigual del voto como en las Islas», manifestó el experto gaditano, que añadió que el de las Islas es «un caso único». Con mayor o menor vehemencia, todos los ponentes, que contaron con la presencia de Maite Pagazaurtundúa, eurodiputada de UPyD entre ellos, señalaron la «injusticia» de la formula electoral de las Islas. Eso sí, todos reconocieron su valor democrático aunque según Montero «el sistema electoral canario está creado como una herramienta de manipulación de las élites canarias».

En Demócratas para el cambio defienden que por primera vez desde que Canarias cuenta con este sistema electoral hay cierto consenso político, con la mayoría de los grupos del Archipiélago firmando juntos el pacto por la democracia, a excepción de Coalición Canaria, el Partido Socialista y el Partido Popular, aunque celebran que este último presentara junto a Podemos y Nueva Canarias la petición de una apertura de una comisión para la reforma en el Parlamento de Canarias.

A este respecto, el experto Juan Hernández Bravo de Laguna planteó al aire una pregunta: «¿Cómo van a acometer los que están en el poder una reforma electoral si está gobernando gracias a ese sistema?».

La representación territorial es el primer defecto señalado por todos los ponentes. Carlos Fernández Esquer, experto en ciencias políticas, «uno de cada tres escaños en Canarias se sitúa en una isla que no le correspondería con un sistema estrictamente proporcional», a lo que añadió que «la desigualdad del valor del voto entre los ciudadanos tiene su máximo exponente en Canarias».

Expuestos sobre la mesa todos los datos, comparados con otros archipiélagos como Baleares o Azores por Víctor Cuesta López, doctor en Derecho Constitucional por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, su homólogo Gerardo Pérez recalcó que «las paradojas del sistema electoral en Canarias son difíciles de explicar, pero imposibles de justificar».

Como la persona en la mesa que más ha estudiado el recorrido del sistema electoral canario, Juan Hernández Bravo de Laguna señaló al pleito insular como la principal causa para que no se modifique la disposición transitoria. «Los problemas de falta de proporcionalidad del sistema electoral canario están basados en la desconfianza entre isleños. No entiendo que para defender los intereses de algunas islas haya que manipular el sistema electoral», comentó.

Pérez también destacó que el sistema de barreras electorales, que marca unos mínimos altos para según qué casos con un 6% del voto total regional y del 30% insular, también es otro de los atentados a las fórmulas electorales más representativas. «Las barreras se justifican para dar gobernabilidad a los Parlamentos, para evitar su excesiva fragmentación. En teoría en Canarias hay tres barreras, pero en la práctica algunas islas solo tienen dos barreras», indicó.

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