El RC Victoria luce su mayor tesoro
El Real Club Victoria presentó ayer en sociedad su mayor tesoro. Los equipos de fútbol de la histórica entidad grancanaria tiñeron ayer las gradas del campo de fútbol de Las Coloradas en un acto donde volvieron a posar los rostros más pequeños, los de los equipos de escuelas que vuelven a tomar el protagonismo que se merecen.
No era, ni mucho menos, una jornada cualquiera la de ayer. En los rostros de todos los dirigentes del club fundado en 1910 se reflejaban satisfacción y, sobre todo, orgullo de lo que hoy en día es el Real Club Victoria, santo y seña futbolístico en Gran Canaria y Canarias.
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«En el 2001 llegamos a tener nueve equipos, con benjamines y alevines, pero por los motivos que fueran desaparecieron. Cuando volvimos en el 2007 era algo que teníamos pendiente de recuperar, y este creo que era el momento perfecto para hacerlo». Habla Antonio Padrón González, actual presidente de la entidad y uno de los máximos culpables de rescatar una de las señas más marcadas de su identidad.
«Tenemos un equipo de personas que están muy ilusionadas con todo este trabajo, y la verdad que no es ningún atrevimiento. Estoy convencido de que es el objetivo a seguir y que todos los presidentes que me sigan a mí seguro que mantendrán esta ilusión», añade Padrón.
En la actualidad son cerca de 200 niños los que mueven el núcleo de fútbol del club capitalino, repartidos entre sus cuatro equipos federados juvenil, cadete, infantil y alevín (todos ellos en la Primera Categoría), y los de escuela (alevín, benjamín, prebenjamín A, prebenjamín B, minibenjamín A y minibenjamín B).
La intención de los técnicos además es de ampliarlo con un benjamín, alevín B, infantil B y, dependiendo de ascensos, cadete B y juvenil B.
«Nuestro fundador, Pepe Gonçalves, es lo que nos inculcó, que el Real Club Victoria es un tema social cultural y recreativo, pero por encima de todo deportivo. Por lo tanto queremos recuperar el protagonismo que siempre hemos tenido con este deporte, y además darle a la sociedad un motivo más para que se acerquen a nuestra casa», comentaba convencido Antonio Padrón, uno de los rostros más alegres ayer en un campo de fútbol que se tiñó de los colores del Real Club Victoria, una histórica entidad que vuelve a recuperar su bien más preciado. Su mayor tesoro.
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