El petróleo, entre la polémica política y el negocio portuario

La presencia de plataformas petrolíferas se ha convertido en los últimos años en parte de la imagen del Puerto de La Luz y Las Palmas, e incluso en la terminal de Arinaga ya se ha registrado un atraque de larga estancia de uno de estos gigantes. Pero al tiempo que el negocio portuario crece con las reparaciones de plataformas, el debate político sigue en torno a si Canarias sacará o no rentabilidad de las prospecciones autorizadas por el Gobierno de España a la petrolera Repsol en aguas próximas a Lanzarote y Fuerteventura. Los empresarios del sector portuario no tienen duda al respecto: «Los trabajos de reparaciones y atención a la logística de las plataformas son muy rentables, generan empleo de calidad, requieren de servicios muy especializados y es una actividad creciente». Con ello, se avala la tesis de que el Puerto de La Luz y Las Palmas se puede convertir en la gran plataforma de servicios para esos trabajos en este lado del Atlántico medio. Aprovechará así la decidida apuesta de los países africanos por la explotación de sus yacimientos, una opción que ha llenado el litoral atlántico de permisos de exploración y de extracción a la práctica totalidad de petroleras del mundo. En cuanto a la vertiente política de las prospecciones cerca de Canarias, el Gobierno de Paulino Rivero y las instituciones de Lanzarote y Fuerteventura mantienen su rechazo frontal, a la espera además de que el Tribunal Supremo se pronuncie sobre el fondo del recurso presentado. Y Repsol aguarda el visto bueno definitivo para empezar.

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