El nacionalismo entra en el CAAM

El nuevo director del Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM) se siente cómodo en el museo. De hecho, entre los años 1989 y 1998, sus salas fueron su segunda casa. El grancanario Orlando Britto (Gran Canaria, 1963) vuelve al lugar en el que creció como conservador y crítico, pero lo hace en calidad de director.

En apenas dos semanas, desde que asumió el cargo, ha tenido que elaborar una propuesta expositiva para este mismo año. Una premura inusual en un museo, ya que normalmente se programa con uno o dos años de antelación.

A pesar de su familiaridad con los compañeros y con el espacio de trabajo, se siente agobiado. Desea tomar, cuanto antes, las riendas del centro de arte. Su agenda está repleta de reuniones y compromisos. El estrés le está pasando factura. El ibuprofeno y el paracetamol son sus aliados para afrontar los quebraderos de cabeza de sus primeras y agitadas jornadas de trabajo.

Aún no ha elegido los cuadros que compartirán con él su despacho y que darán pistas sobre sus gustos personales en materia de arte. «Solo me ha dado tiempo a descolgar los anteriores», comenta Britto, un hombre cordial que estos días recorre los medios locales para explicar su concepción de lo que espera que sea el CAAM: un espacio de encuentro para el arte surgido en Latinoamérica, Europa, África y Canarias, que tenga como máximo protagonista a los creadores del Archipiélago. Es más, uno de los pilares del museo en los próximos años será saldar las cuentas pendientes con algunos artistas canarios a través de la organización de exposiciones monográficas para revisar su trabajo.

La Premio Nacional de Artes Plásticas 2015, la canaria Concha Jerez, será la primera figura con la que «se hará justicia».

«Es una artista con la que he venido trabajando muchos años», comentó el nuevo director, en cuya elección participó la laureada artista conceptual en calidad de miembro del jurado del concurso. En este sentido, Britto asegura que su inclusión en su primer programa expositivo va más allá de esta circunstancia. «Ese proyecto tenía que haber estado aquí hace años», subrayó el director, quien recordó que su predecesor en el cargo rechazó exhibir la muestra que el Musac le ha dedicado a Jerez recientemente.

Tiene frío. Aún no se ha traído todo su equipaje de Cantabria, donde ha estado viendo en los últimos años, y el vetusto edificio que aloja las oficinas del CAAM pasa factura a sus moradores en invierno. Pero las ganas le pueden. Ya se ha reunido con los artistas locales y los «especialistas» le piden cita. Sin embargo, matiza, todo pasa por cumplir la Ley de Igualdad, un mandato que ha firmado en su contrato.

Temas

• Centro Atlántico de Arte Moderno
• Arte contemporáneo