El error, una adicción degenerativa
Banca Cívica engulló al Gran Canaria con una lectura cerebral del segundo periodo del partido. Con el Gran Canaria enganchado a una catastrófica concatenación de precipitaciones, los sevillanos se aplicaron con sentido común viendo cómo los claretianos fagocitaban sus opciones de vencer error tras error.
El partido invirtió sus normas cuando el tercer cuarto estaba a un paso de agotarse. El Gran Canaria había establecido su jerarquía desde que Savané le ganara el salto inicial a Triguero hasta minutos antes de que Rubio, a 1.42 del final del tercer parcial, adelantara por segunda vez a la sólida rotación de Joan Plaza (51-52). Antes, solo un leve conato de insurrección visitante con una canasta de Triguero en un parcial de 0-5 que respondía al 4-0 con el que arrancó el Granca.
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Hasta entonces el encuentro tuvo un ritmo cómodo para los claretianos. Firme en el intercambio de canastas que abrió el partido, el Gran Canaria estuvo contundente en su mejor arma (terminó el partido con 40 rebotes capturados), lo que le servía a pesar de los prematuros errores para resolver ataques.
Pero hubo un elemento esencial para descifrar las claves que sostuvieron el partido. El desatino exterior local, acabando el partido en un horroroso dato 6 de 30 en triples, 1 de 14 solo en la segunda parte (Bramos nada más empezar la segunda mitad). El Gran Canaria se aferró al juego exterior de manera compulsiva. Cayó cegado por el continuo error, enviando al aro una colección inquietante de lanzamientos claros, sin oposición.
Hasta el descanso, no obstante, todo normal. El Banca Cívica exponía poco. Plaza leyó el partido con calma. Nunca le inquietó el registro de ventajas sobre el que se manejaban los insulares. Lo dejó remar hasta que se decidió a dar el paso adelante.
Fue una respuesta intuitiva a que el partido se le podía salir de la zona de control. Se había marchado el Gran Canaria hasta su máxima ventaja (8 puntos en varias fases en el arranque del tercer cuarto), cuando la escuadra sevillana activó su mejor respuesta y frenó la evolución insular, que alcanzó su cima con un tapón de Dowdell a Carl English con el Gran Canaria mandando seis puntos arriba. La grada se estremeció pero fue el momento en el que el Gran Canaria comenzó a conceder el partido.
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CICLOTÍMICO DAVIS. El partido se terminó de escorar cuando el Banca Cívica lo llevó al barullo. Mejor dicho, cuando lo empujó Paul Davis al caos. El pívot de Michigan hizo fluir su mejor versión en la pintura cuando menos equilibrado parecía. Cuando mezcló canastas importantes con dos personales casi consecutivas en ataque. Sin embargo la confusión perjudicó mucho más al Gran Canaria.
Alvarado, pasado de vueltas, no atinaba a devolverle el equilibrio al juego ofensivo insular; dos malas elecciones del base canterano en ataque dieron pie a la reactivación total del Banca Cívica a punto de cerrar el tercer cuarto, con Pedro Martínez parando el partido intentando restablecer el orden (53-53).
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La descomposición total del Gran Canaria amaneció con el inicio del último cuarto. Tras el parón, Banca Cívica rompió el duelo con un parcial de 0-7 que culminaba Bogdanovic con un triple que congelaba el Centro Insular (53-60).
Alvarado, Haynes y Beirán culminaron con errores tres ataques consecutivos. Martínez pidió tiempo de nuevo tras una falta de Bramos, y Rey anotaba desde el tiro libre el único punto que consiguió el Gran Canaria en los primeros seis minutos del último cuarto. Y así, la afrenta mutó en imposible.
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El partido ya había soltado el ancla sin revisión posible. Calloway tomó las riendas y catalizó el juego andaluz. Para colmo, Milenko Tepic, que hasta entonces paseaba por el parqué como si la cosa no terminara de ir con él, decidió que quería consignar su presencia en el partido.
El Gran Canaria no encontró esa respuesta irredenta que pertenece a su genética. Y aunque intentó mirar de frente al aro rival, se consumía en los mismos errores que protagonizaron su partido. El CID tampoco tiraba, mimetizado con la tarde plomiza y gris que aguardaba tras sus paredes. Una derrota que destroza las cábalas.
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Ficha técnica:
66. Gran Canaria 2014 (19+19+15+13): Dowdell (2), Bellas (7), Bramos (13), Nelson (12) y Savané (11) -equipo inicial-, Alvarado (3), Beirán (-), Ekperigin (-), Rey (7) y Haynes (11).
Entrenador: Pedro Martínez.
74. Banca Cívica (14+18+21+21): Triguero (6), Urtasun (8), Calloway (11), Jasen (3) y Rubio (2) -equipo inicial- Tepic (12), Satoransky (5), Sastre (-), Bogdanovic (10), English (6) y Davis (11).
Entrenador: Joan Plaza.
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Árbitros: Francisco de la Maza, Benjamín Jiménez y Juan José Martínez Díez. Sin eliminados.
Incidencias: 4.867 espectadores acudieron al Centro Insular de Deportes en este encuentro correspondiente a la vigésimo octava jornada de la ACB.
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