El agua, la mejor terapia para Adrián Santana
Adrián Santana es un joven nacido en 1995 y natural de Arinaga que padece de autismo. Pero esta enfermedad no le ha impedido convertirse en un nadador con una gran proyección. Se entrena con el Metropole, pero también pertenece al club tinerfeño Tensalu, que apostó por él de la mano de su entrenador, Guana Mendoza.
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Desde pequeño le encanta el agua, le relaja. Se pegaba horas en la playa de Arinaga, y hasta que no se arrugaba de los pies a la cabeza no salía del mar», relata Juani Hernández, su madre, quien comenta la pronta afición de su hijo por todo lo acuático.
Hace cinco años que entró en su primer club, el Salinas, con el que empezó a competir. «Desde el principio demostró que tenía potencial, alcanzaba con facilidad las mínimas para poder competir», explica su progenitora. Pero el año pasado cambió de equipo y empezó a formarte parte del Club de Natación Tensalu. Además, también ha comenzado a entrenar con el Metropole, por lo que actualmente pertenece a ambos clubes.
Santana compitió en Dos Hermanas (Sevilla) a principios de este mes en el Campeonato de Natación para Discapacitados Intelectuales, donde firmaría una asombrosa actuación: «Se trajo nueve medallas, siete oros y dos de plata. Además, estableció cinco récords con su equipo en relevo, y uno personal en 200 metros espalda», relata con orgullo Juani Hernández. Su próximo objetivo es el Campeonato Internacional que se celebrará en Italia en julio y al que irá representando al Tensalu en julio.
Se entrena unas dos horas de lunes a viernes en la piscina de San Fernando, a veces incluso los sábados. «Es muy sacrificado, tenemos que ir todos los días a Maspalomas, pero es lo que le gusta así que nosotros encantados», dice la madre. Y lo hace con el Metropole, club que también apostó por él. «Con ellos se entrena con otros nadadores sin deficiencia y eso creo que le viene bien», añade Hernández.
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Entre otros logros, el joven nadador ha sido campeón de Canarias en la categoría S14 (la máxima para deficientes intelectuales) y segundo a nivel nacional. «Su entrenador considera que Adrián tiene mucho potencial y un gran margen de mejora. Está encantado con él porque asegura que con Adri todo es fácil, nunca se queja. Es la primera vez que trabaja con un discapacitado, y tiene muchas esperanzas puestas en él», revela Juani Hernández.
Y es esta la mejor vía para lograr su sueño más ansiado: participar en los Juegos Olímpicos de Japón. El camino será largo, pero Adrián Santana ha demostrado con creces que no entiende de barreras y que con su talento, unido a la dedicación y el esfuerzo que pone cada día, puede alcanzar todo lo que se proponga.
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