Cáritas no ve el final de la crisis: la pobreza perdura

La pobreza está instalada en la sociedad canaria pese a que los datos macroeconómicos auguren el fin de la recesión. En 2014, Cáritas atendió a 60.000 beneficiarios en las Islas, según indican las conclusiones recogidas en la memoria anual de la entidad. Además, 580.000 canarios viven bajo el umbral de la pobreza.

Así se manifestó ayer durante la presentación de la memoria institucional 2014, que estuvo presidida por el obispo de la Diócesis de Canarias, Francisco Cases, acompañado por el director de Cáritas Diocesana de Canarias, Pedro Herranz, y la secretaria general de la entidad, Fátima Díaz. «La crisis puede haber terminado en indicadores macroeconómicos, pero está afectando a mucha gente y no será por poco tiempo», manifestó Cases.

En concreto, en Las Palmas la asistencia de Cáritas Diocesana de Canarias (cuyo ámbito de actuación se reduce a esta provincia) llegó a un total de 40.000 beneficiarios. Estas ayudas llegaron a través de 13.738 demandantes directos que luego las distribuyeron en sus hogares, integrados por una media de tres miembros. Con respecto al año anterior, el crecimiento experimentando ha sido «poco significativo», según explicó Díaz. Las principales necesidades de estas personas son los alimentos, que, aunque «ha bajado con respecto al año anterior, sigue siendo la más significativa», y la demanda de acompañamiento o de asesoramiento laboral, que han incrementado en el último año, según apuntó Díaz. La mayor parte de las personas bajo esta situación se concentran entre los 30 y 49 años.

Más de la mitad de las personas atendidas (54%) no perciben ningún tipo de ingreso, según los datos publicados ayer. Además, el 80% de los beneficiarios se encuentra en situación de desempleo, por lo que el 20% restante tiene un puesto de trabajo cuyos ingresos no le permite cubrir las necesidades básicas. Estos datos ponen de manifiesto la precariedad de las condiciones laborales. Con respecto al nivel educativo, el 64% de las personas atendidas sólo cuenta con estudios primarios o inferiores.

Asimismo, la mitad de las familias que han pedido auxilio a Cáritas (51%) tienen hijos a cargo, una cifra significativa que, además, ha aumentado cinco puntos con respecto al año anterior.

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