Cambreleng: «Hemos creado cultura con una gran programación»

«Tras haber creado cultura», fruto de «una gran programación», Juan Cambreleng Roca se despide hoy como director general de la Fundación Teatro Pérez Galdós de la capital grancanaria. Y lo hará desde la distancia, ya que no acudirá a la Junta del Patronato de la Fundación, que incluye en su orden del día su cese como uno de los pasos de la fusión de esta institución con el Auditorio Alfredo Kraus.

«El alcalde [Juan José Cardona] me ha dicho que no acuda a la Junta», puntualiza Cambreleng en conversación telefónica desde Madrid.

Cuando se le cuestiona sobre los pírricos resultados en taquilla de la línea de programación del Pérez Galdós bajo su mandato adelantados ayer por este por este periódico, salvo el ejercicio actual que aún no ha finalizado, Cambreleng asegura que se trata de la única manera de «crear cultura». Y pone un ejemplo: «Cuando yo estuve hace décadas como presidente de los Amigos Canarios de la Ópera, programabas Rigoletto y apenas iban unos cientos de espectadores. Ahora, lo programas y llenas cinco funciones. Así se crea cultura, dando a conocer al público cosas nuevas». Esta apertura de fronteras, según la perspectiva del director general del Pérez Galdós, justifica que se apueste por incluir en la programación 2010/2011 la ópera Peter Grimes, del británico Benjamin Britten. Un montaje que tuvo un coste total para sus dos funciones de 685.086,73 euros y que sólo fue capaz de recuperar en taquilla 24.033 euros. Cambreleng asegura que esta es la fórmula que se sigue en «todos los grandes teatros del mundo», y puso como ejemplos «el Metropolitan Ópera de Nueva York y la Scala de Milán». Desde este periódico se le puntualizó que el recinto neoyorquino no vive de las instituciones públicas, sino de la venta de entradas y de los patrocinios privados y la generosa ley de mecenazgo norteamericana.

Cuando se le cuestionó sobre la idoneidad de programar al pianista chino Lang Lang, que, según los datos facilitados por la Fundación del Teatro Pérez Galdós, tuvo un coste de 130.474,57 euros y que, a pesar de agotar todas las localidades, no generó en taquilla sino 64.943 euros, Cambreleng dijo que «no me arrepiento». Reiteró que todas sus apuestas de programación tenían como objetivo «crear cultura». No quiso entrar a analizar las cifras publicadas ayer ni los bailes de cifras en torno a los costes de los montajes entre la relación facilitada por el Teatro esta semana y los que figuran en las aportaciones extraordinarias del Ayuntamiento. «Estoy en Madrid y no tengo los papeles delante», dijo.

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