Los viajeros buscan estancias donde vivir experiencias de lujo

El sector hotelero se encuentra inmerso en una renovación más allá de las propias infraestructuras, también en el catálogo de servicios y productos para el huésped, que demanda más confort y una experiencia exclusiva dentro de su estancia. En base a las opiniones de más de 700 viajeros a 60 países, el gasto medio anual del turista general es de 1.072 euros, mientras el viajero de lujo puede desembolsar en destino entre 3.400 y 6.200 euros.

Tal y como indica el análisis ‘Los Hábitos Vacacionales de los Viajeros de Lujo’, elaborado por la guía de hoteles de lujo Condé Nast Johansens, este perfil de turista, en un 84% de los casos, realiza entre 1 y 4 escapadas de media o larga duración al año, principalmente en verano y en otoño. Canarias es uno de los principales destinos con este alto estándar de calidad, junto a Barcelona y las Islas Baleares.

El viajero valora no solo el alojamiento en sí, sino el diseño, el restaurante, el servicio, mantenimiento, tecnología, instalaciones deportivas, spa y productos de calidad en el baño y en las habitaciones, como los jabones, sábanas, televisiones, la calidad de la conexión wifi. Según detalla el estudio, el viajero de lujo presta especial atención a la oferta gastronómica y vinícola, con una valoración especial del número de estrellas y premios que ha recibido el establecimiento.

Además, el viajero de lujo valora especialmente la calidad del descanso y a la oferta exclusiva y personalizada que reciba por parte del hotel, una demanda cada vez más generalizada por parte de los clientes. Según expone el estudio, en un 91% de los casos el huésped se encarga de contrastar en páginas web la calidad y servicios del hotel, con un 85% que se orienta en las reseñas de otros viajeros, y en un 83% en artículos y publicaciones en revistas.

Temas

• Vacaciones
• Renovación turística
• Turistas