Los retos de la encrucijada de la multieconomía de las Islas Canarias

Cuando escribimos estas líneas, sólo hace unos días que se ha aprobado, en pleno del Senado en Madrid, la reforma del Estatuto de Autonomía de Canarias que desvincula el Régimen Económico y Fiscal (REF) de la financiación autonómica y modifica el sistema electoral canario

Como en este artículo vamos a hablar sobre economía, sólo haré una mención al sistema electoral canario. El sistema electoral canario es democrático, pero es uno de los peores de Europa en cuanto a la consecución de la representación popular. Tengo un amigo que afirma que el sistema electoral canario genera una caricatura de la voluntad popular, por muy buena que la caricatura resulte, en vez de un retrato de la misma.

Cualquier avance en el camino de una más democrática y justa manera de elegir a nuestros representantes, y por ello, a quienes hayan de regir los destinos de Canarias cada cuatro años, debería ser bienvenido por todos, al margen de cualquier egoísmo personal, insular o de cualquier otro signo. Y lo dejo aquí, a pesar de que desde tal sistema se acaba llegando a consecuencias económicas de gran calibre, generadas por aquellos injustos egoísmos, con consecuencias en la vida diaria de cada uno de nosotros.

Junto al inicio de la reforma electoral, se añaden en el nuevo estatuto algunas novedades que deberían ser celebradas por la población, e incluso recibidas con ilusión por la sociedad civil: supresión de los aforamientos, avances en el autogobierno incrementando responsabilidades en costas y tráfico aéreo, se constituye un comisionado de transparencia, se avanza en la identidad canaria, se reconocen las aguas canarias, y hasta La Graciosa se convierte en una isla más de nuestro archipiélago.

Progreso económico. Dicho todo lo anterior, vamos a intentar acercar la economía canaria, su marco y sus retos, a cualquier lector simplemente interesado. La principal razón para hacerlo sería lo que yo defino como la imperante necesidad de que el progreso económico de Canarias y sus habitantes sea una verdadera ilusión colectiva: una sociedad juramentada en hacer de Canarias un modelo de excelencia, eficiencia y de progreso económico global y sostenible. En este objetivo, en esta ilusión, no puede haber enemigos, todos hemos de colaborar transversalmente, todos hemos de ser los voluntarios olímpicos por nuestra tierra.

El marco normativo en el que se mueve la economía de Canarias es el REF Régimen Económico y Fiscal, instrumento político legal con el que la autonomía se integra de un modo excepcional o particular en España y Europa. Es decir, nos integramos dentro del reconocimiento a las peculiaridades propias de Canarias: lejanía del resto de España, carácter plurinsular, y características culturales específicas.

Vamos a intentar hacer un escueto repaso a lo que significa el REF de Canarias. Sus dos vertientes: Económica y fiscal.

Agentes económicos. Así, el Régimen Económico recoge muchas medidas de carácter económico destinadas a compensar de forma directa la lejanía y la insularidad: transportes, telecomunicaciones, energía, agua, promoción y rehabilitación turística. La medida más conocida popularmente es la ayuda al transporte de pasajeros, que en esta última reforma aprobada pasa del 50% al 75%.

Esperemos que los bajos niveles de concurrencia de agentes económicos en algunos nichos de actividad no generen artificiales subidas de precios que anulen la ventaja, con el consiguiente despilfarro de recursos públicos, que no dejan de ser del bolsillo de todos nosotros. Existe también una ayuda al transporte de mercancías que compensa en parte los costes adicionales del transporte, así como medidas en el entorno de la gestión de residuos o el desarrollo de energías renovables.

En su vertiente fiscal, recoge una serie de medidas permanentes de carácter fiscal que confieren una personalidad propia a Canarias.

Aún cuando siempre se expone este apartado en otro orden, considero que la figura fiscal más importante del REF Canario es, sin duda, el IGIC. Canarias se mantiene diferenciada del resto de España mediante este IVA propio y particular, con dos importantes peculiaridades: unos tipos impositivos más bajos, que respetan el mantenimiento de la franquicia al consumo explícitamente regulada en el Estatuto de Autonomía de Canarias, facilitando la actividad económica, y gestión por la propia hacienda autonómica. Sin duda ha sido un éxito y ha de continuar siendo un elemento fundamental de nuestro régimen económico diferenciado.

Entre los restantes elementos fiscales del REF se encuentra la Reserva para Inversiones en Canarias (RIC): incentivo fiscal a la generación de nuevas inversiones productivas en Canarias, que ha gozado de grandes altibajos en su utilización, con sus dosis de buena y mala fama, según momentos y estamentos. Siendo un instrumento potentísimo para crear capital productivo y empleo, y por tanto riqueza, desde los agentes económicos se debería haber utilizado de un modo más ortodoxo en ocasiones, y desde la política y la administración se debería haber gestionado con una menor conflictividad.

Otras figuras de carácter incentivador son la Deducción por Inversiones en Canarias, la Deducción por inversiones en producciones de largometrajes cinematográficos, y la Deducción por inversiones en territorios de África Occidental y por gastos de propaganda y publicidad: las dos primeras, similares a sus paralelas peninsulares, con mejoras de porcentajes y beneficios.

Polos de inversión. La tercera, específica para tratar de convertir al Archipiélago canario en un polo de inversiones e influencia económica y comercial en Marruecos, Mauritania, Senegal, Gambia, Guinea Bissau y Cabo Verde. Se añaden otros Incentivos a la Inversión, consistentes en ventajas fiscales en la imposición indirecta: Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados (ITPAJD) e Impuesto General Indirecto Canario (IGIC).

A continuación de las medidas fiscales de incentivos a las inversiones, aparecen las figuras de protección de la producción autonómica, con peculiaridades en su Régimen Aduanero, La Bonificación por Producción propia (agricultura, ganadería e industria), y el AIEM (Arbitrio sobre Importaciones y Entregas de Mercancías en las Islas Canarias), igualmente de protección a determinadas mercancías producidas en Canarias.

Y, finalmente, Canarias tiene el Registro Especial de Buques y Empresas Navieras (cuya finalidad es mejorar la competitividad de las empresas navieras y de los puertos canarios) y la ZEC (Zona Especial Canaria, zona de baja tributación que tiene por finalidad atraer a la instalación en Canarias de nuevas empresas de sectores no habituales en nuestra tierra, y así diversificar el tejido y desarrollo económico y social del Archipiélago).

Hasta aquí, el esquema de lo que significa el marco normativo que señala, mantiene y administra las diferencias económicas y fiscales de Canarias frente al resto de España. `Lo que parecen ventajas´ sólo son justas compensaciones a factores específicos de la región, como ya hemos dicho anteriromente: lejanía e insularidad.

¿Qué tiene de importante la aprobación de la última reforma del REF, votada exitosamente estos días en el Senado en Madrid?

Lo más importante de la nueva situación es el anclaje del REF a la situación estatutaria de Canarias. Es la desvinculación del REF y los fondos que provienen del mismo, de los restantes fondos que la región deba percibir a través del sistema de financiación autonómica. Como decía la Consejera de Economía Rosa Dávila «Es decir, en el reparto de dinero a las comunidades, antes se contabilizaba lo que las islas reciben como región insular, mientras que ahora esos fondos no contarán y Canarias recibirá en torno a 600 millones anuales más».

Como muestra o detalle, cabe señalar, por su conocimiento de todo el público, que el nuevo REF contempla el reconocimiento, con vigencia indefinida, de las bonificaciones de las tarifas de los servicios regulares en el transporte aéreo y marítimo de residentes entre la comunidad canaria y la península e incluye la compensación del coste efectivo del transporte aéreo y marítimo de mercancías.

Medio ambiente. La extensión de las energías renovables, cuidado integral del medio ambiente, reciclado de residuos, en la búsqueda de aquella calidad global habría de ser un necesario valor añadido de nuestro territorio canario en el futuro. Nuevo reto: convertir la protección de nuestro entorno en peligro y fuertemente amenazado en un estandarte diferenciador de calidad como destino.

Hablábamos en párrafos anteriores de que la calidad y la excelencia como destino turístico es una tarea global y multidisciplinar. A pesar de gozar de un clima impresionante y tener muchos continentes en miniatura, con ocho –ahora- islas distintas y complementarias, los puntos de deterioro del territorio son muy abundantes en nuestra geografía, lo que causa una imagen deplorable y contrarresta negativamente la parte positiva de nuestro entorno. Rafael Molina Petit encabeza unas iniciativas de la sociedad civil por la imagen y regeneración de muchos de esos puntos de deterioro, iniciativas que entiendo que forman parte de otro de nuestros retos.

Educación y formación. Me veo en la obligación de repasar y repetir argumentos: sin duda los párrafos anteriores nos llevan necesariamente a la educación de la sociedad, la formación de empresarios, profesionales y trabajadores. Volveremos a este punto al final de esta presentación, como reto principal.

Canarias bilingüe. Canarias es una potencia mundial en turismo y, sin embargo, su población no es bilingüe. ¿Cuántos colegios públicos bilingües hay en Canarias? Este debe ser un objetivo de nuestros gobernantes autonómicos, y otro reto para todos nosotros.

Canarias de sus ciudades. Barcelona dio un salto espectacular en su potencial como ciudad destino de negocios y de turismo, aprovechando la Olimpiada de 1992. Valencia ha conseguido una transformación exponencial en pocos años. El Bilbao de hoy no se parece en nada al de los años 70. Madrid lleva unos cuantos años en constante evolución muy positiva. Todas estas ciudades se han preparado para el verdadero siglo XXI. Nuestras capitales canarias no han experimentado esa misma transformación y continúan en el siglo XX. Hay que poner a Las Palmas de Gran Canaria, Santa Cruz de Tenerife, y otras capitales insulares, en el mapa de las mejores ciudades del mundo, conocidas por sí mismas.

Para lograrlo hará falta enterrar insularismos, personalismos `en definitiva egoísmos´ hasta obtener una marca de urbes canarias. Tendremos que poner en marcha muchos concursos de ideas y a muchos colectivos para pensar en las ciudades canarias del futuro. Y como para ello hacen falta cantidades ingentes de recursos económicos habremos de aprender a ser absolutamente eficientes en su uso, desterrando la habitual despreocupación política y administrativa en los costes de la obra pública.

Empleo. Sólo una nota para el desempleo estructural. La economía canaria crea empleo, pero éste es cubierto por nuevos trabajadores y profesionales. Los parados procedentes del boom de la construcción, así como los que genera cada día el fracaso escolar, sólo encontrarán sus empleos por la vía de la educación y la formación. Aunque volveré a este asunto más adelante, aquí tenemos otro reto de la sociedad canaria. El poder político y la administración tienen la obligación de conseguir eficiencia de los recursos utilizados en educación y formación, abandonando programas estériles, despilfarradores, y aunando esfuerzos con otros estamentos de la sociedad civil.

Vivienda, construcción, alquiler vacacional. Los problemas creados en el alquiler y acceso a la propiedad de la vivienda, se deben atemperar y mejorar en Canarias. La llegada de grandes empresas y fondos a la propiedad de suelo y unidades inmobiliarias, sólo está aportando tensiones al mercado de vivienda. Este proceso muy negativo en algunos puntos de la península, se debe evitar en Canarias. Tendremos que saber cómo fomentar la promoción y construcción de viviendas sociales, la renovación y conservación de inmuebles de todo tipo, en niveles sostenidos y estables, sin tensiones y sin el peligroso factor de concentración de la propiedad y la promoción.

Sindicatos y patronales. Todo lo que estamos exponiendo hasta ahora nos lleva a recalcar aquella necesidad de iniciativas transversales, siempre de cooperación, abandonando cualquier funcionamiento individualista, excluyente o de tendencia monopolizadora. Los grandes empresarios han de colaborar entre sí y con los pequeños empresarios y profesionales. El reto está en que el éxito ha de ser de toda Canarias.

Iniciativa emprendedora. Como consecuencia de lo anterior, es obligación de los grandes empresarios fomentar la creación de empresas a su alrededor, fomentar el talento y colaborar con él, como motores a favor de los retos del país. Sirvan estas líneas para hacer un llamamiento especialmente a las empresas `san-can´.

Administración. Ágil y eficiente, al servicio de los objetivos de la sociedad, los poderes políticos y la administración han de pensar que sólo son el medio para canalizar la iniciativa y el interés de la sociedad en los retos de los que hablamos, facilitando y dando seguridad jurídica al camino de sus ciudadanos. Y un consejo para la eficiencia económica: la competitividad y la concurrencia de agentes en los mercados es la mejor garantía de la formación de precios bajos para los ciudadanos. Los mercados monopolísticos sólo generan ineficiencias y abusos en precios. Y esto se ha de vigilar también en entornos regionales.

Y para terminar, un colofón que resume y reúne los retos. En una reciente tertulia sobre el REF, mi colega y amigo Francisco Fernández de Pedro afirmaba y defendía que la formación es el elemento fundamental para la mejora de la sociedad y de su economía. Coincido plenamente, y llevo años afirmando lo mismo. El fracaso escolar de las clases menos favorecidas es irreversible, mientras que las clases más pudientes consiguen evitar o soslayar dicho fracaso escolar, con lo que las desigualdades aumentan. Sólo mediante un compromiso de toda la sociedad por la educación y la formación conseguiremos romper las bolsas de pobreza, paro y desigualdad. La madre de todos los retos.

(*) Una visión experta, optimista y esperanzada. José Manuel Rodríguez Moral es un economista asturiano radicado desde hace 21 años en Gran Canaria. Viajero impenitente por todas las Islas Canarias y allende los mares y tertuliano habitual en diferentes emisoras de radio. Publicó en 2017 el libro 'Verdades mentirosas' con su visión particular de esta España de la última década, y disecciona, a su modo de ser y manera, optimista y siempre con esperanza de mejorar, en estas páginas el momento económico de Canarias en sus más variados sectores.

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