Dos meses después, el efecto Jémez es insuficiente

Mañana se cumplen dos meses de la llegada de Jémez, pero la UD no ha mostrado la mejoría que se le presuponía con el regreso del técnico en la isla. No hay evolución ni en el juego ni en los resultados y el equipo sigue en la dirección de volver al infierno de Segunda.

Viernes, 17 de julio 2020, 01:06

Paco Jémez es el primero que da cuenta del problema. Ya es una tónica habitual el agrio discurso del entrenador al término de cada partido, y muestra su impotencia por no conseguir plasmar su idea en Las Palmas. Solo dos victorias, ante un Valencia con 10 una, y la otra frente al colista Málaga, desde que cogió el equipo. Dos empates foráneos en las que el rival fue mejor en ambos casos, y tres derrotas, algunas tan sonadas como el 6-0 en Girona. Bagaje insuficiente para salir del descenso.

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Pero aparte de los malos resultados, lo peor son las sensaciones. El equipo no termina de jugar a nada, Gálvez ha sido el único fichaje que ha dado un salto de calidad al equipo y Jémez sigue cambiando jugadores en el once porque no le convence lo que ve en el campo. Encima, la inesperada marcha de Viera obliga a un esfuerzo mayor y supone otro quebradero de cabeza al entrenador que consideraba al de la Vega de San José como su proyección en el césped.

La Unión Deportiva aún no ha realizado un partido completo. Ha tenido momentos aceptables como la segunda parte ante el Valencia o los minutos finales frente al Málaga. Pero no logra evitar tramos de desconexión y el dominio del rival. Da igual el contrincante que esté delante, si es equipo Champions o conjunto de la parte baja de la tabla, Las Palmas nunca impone su criterio y el partido se disputa a lo que el otro quiere.

En la mayoría de encuentros la UD ha terminado con más posesión, pero es un dato engañoso. Se tiene el balón lejos del área rival, en transiciones horizontales y estériles. Este es otro tema que desespera al técnico, que critica la poca mordiente ofensiva de los suyos y al que acusa de no mirar hacia la portería contraria.

Y es que es en la zona defensiva donde el equipo ha experimentado la mejoría más notoria desde que Jémez llegara al banquillo amarillo. Porque en ataque, y a pesar de los fichajes, el rendimiento es pésimo. Se fueron Rémy y Tannane y llegaron Nacho Gil, Jairo, Ezekiel y Emenike para revolucionar el potencial ofensivo del representativo. Pero el cambio ha sido a peor. Los extremos españoles no están aportando nada -Gil volvió a protagonizar otra actuación desesperante en Leganés y Jairo no jugó ni un sólo minuto- y los delanteros nigerianos más de lo mismo. Emenike ni siquiera ha debutado y no hay fecha para su estreno y, de momento, a Ezekiel le ha acompañado la intrascendencia en los ratos que ha jugado.

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Muchos dramas y un calendario infernal por delante. El jueves visita el Gran Canaria el Barcelona, líder férreo e imbatido en Liga. No parece la mejor ocasión para retomar el vuelo. Pero lo siguiente tampoco será coser y cantar. En Balaídos espera el Celta y Villarreal vendrá después. Equipos de potencial y presupuesto mucho más alto que el de una UD obligada a reaccionar ya.

Aún así Jémez lo intentará. Seguirá probando sistema y jugadores, y el hecho de no estar lejos de los puestos de salvación motiva para creer en la permanencia. Pero lo principal será encontrar el camino.

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