Hernández enseña a cuestionar el mundo a través del cuerpo

«La performance siempre es política, aunque la manera en la que lo político aparece y se inscribe siempre es distinto en función de la época y el contexto», asegura Gabriel Hernández (Telde, 1965), quien estos días está compartiendo su conocimiento sobre este medio expresivo con los inscritos en un taller organizado por el CAAM. El viernes, a las 18.30 horas, doce participantes expondrán la vertiente práctica de este curso en el que también se han aproximado a los fundamentos y la historia de la performance.

El coreógrafo confiesa que será difícil saber cómo será el resultado de esta pieza desarrollada de forma colectiva. «Estamos en pleno proceso de creación», comenta Hernández que, con este trabajo, ha intentado cuestionar los dispositivos que rigen la relación entre una obra y el público. Es decir, la acción responde a una especie de código matemático que determina los elementos que intervienen en la acción y las reglas en que se produce la interacción entre ellos. El resultado, por tanto, son «comportamientos emergentes no programados» que sirven para cuestionar la tradición que determina la relación entre el público, el espacio y los actores. «Lo que podría tener de político esta pieza es que contraría un dispositivo históricamente determinado. Se trataría de desconectar la relación con el espectador y quitarle su papel organizador del espacio y la acción», explica el coreógrafo y performer afincado en París desde 1991.

Durante el taller, además de este ejercicio práctico, los participantes han analizado algunas performances históricas, una pieza de Hernández y otros trabajos de interés. «La primera semana tratamos la teoría y, a medida que iban avanzando más, con la práctica ponen en aplicación los conceptos y procesos de los que hemos hablado», indicó el artista.

Temas

• Centro Atlántico de Arte Moderno
• Arte