Los festejos por la patrona, en marcha

Las fiestas en honor a la Patrona de Gran Canaria ya están oficialmente en marcha. Una tinerfeña, la alcaldesa de Candelaria, fue anoche la encargada de pregonarlas delante de la basílica de Teror. «Las fiestas del Pino tienen una identidad tan arraigada que todos los grancanarios las sienten y viven plenamente, y el resto de isleños dentro y fuera del archipiélago las siguen y celebran desde la distancia», destacó María Brito al anunciar los festejos de 2017.

Cerrando los actos que conmemoran el 25 aniversario del hermanamiento entre Candelaria y Teror, «ejemplo de una relación cómplice» que ennoblece a los municipios marianos», Brito lamentó que todavía «existen algunos interesados en ramas de lo social y político en separarnos, marcar diferencias y provocar pleitos trasnochados y superados» y se declaró «convencida» de que la Virgen» ha contribuido más a la unión» entre los canarios «que otros estamentos sociales» de las islas.

A su juicio, las fiestas «son un dechado de coordinación social, de complicidad indispensable, de engranaje de lo viejo y lo nuevo y de participación natural en las calles». No solo son unos días festivos, subrayó, «sino un modelo social que nos conviene calcar para otros fines».

En una edición especial de las fiestas, ya que se cumplen los 250 años de la terminación de la reconstrucción de la basílica de Teror, la pregonera resaltó también que en una sociedad laica como la actual, «más allá de nuestras creencias, de la cultura y de las crianzas que hayamos tenido, hay un estado común a todos, disimuladamente pactado y, sin embargo, extraordinariamente compartido, que nos hace respetar, admirar y comunicarnos con la Virgen».

El emotivo pregón, que sucede al que el alcalde Teror, Gonzalo Rosario, protagonizó el año pasado en Candelaria, coincidió con el hermanamiento con otra villa canaria que acoge a la patrona insular, la de Betancuria, en Fuerteventura, completándose así la hermandad entre las capitales religiosas de la provincia de Las Palmas, las dos citadas y Tinajo, en Lanzarote, cada cual con su advocación.

La calurosa y fraternal velada fue aprovechada por el Consistorio terorense para hacer entrega de una placa de agradecimiento al párroco de la basílica durante los últimos tres años, Antonio Perera, por su trabajo en esta parroquia. El cura se despedirá de sus feligreses tras la festividad de Las Marías, el domingo día 10 de septiembre.

Teror ya está de fiesta.

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