La ciudad que huye del desastre

Las Palmas de Gran Canaria diseña una estrategia turística con la intención de minimizar el gravísimo impacto que la pandemia tendrá en el sector. Pedro Quevedo, edil del área, asegura que la principal virtud de la capital es la «seguridad».

Viernes, 17 de julio 2020, 03:23

No hay guiris haciéndose selfis en el jardín vertical del parque de Santa Catalina, a quien estos días de pandemia y confinamiento han alejado cada vez más de aquel babilónico Catalina Park que dejó impreso en tinta sobre papel Orlando Hernández. Las Palmas de Gran Canaria también tiembla ante los más que presumibles estragos que dejará la Covid-19 en el sector turístico de las islas y por ello traza un plan de supervivencia.

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Eso al menos garantiza Pedro Quevedo, concejal del área en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. «Excelencia, calidad y seguridad», son según el también diputado nacional por Nueva Canarias las virtudes que deben hacer que la capital resista bien el golpe.

Las estadísticas habían avanzado un buen año para la ciudad. Las pernoctaciones, indicador de referencia para el gobierno local, crecieron durante el mes de enero más de un 17% en relación al mismo mes en el 2019. Según los datos facilitados por Turismo se consignaron 164.374 noches de hotel contratadas, por las 139.719 del mismo indicador del año anterior. Un total de 112.948 fueron de viajeros extranjeros, cuyas pernoctaciones subieron un 10,5%. Y 51.426 fueron noches contratadas por españoles: un alza de un 37%.

«Está claro que vamos a tardar muchísimo en volver a esas cifras», explica Quevedo, resignado ante los estragos del coronavirus. En total Las Palmas de Gran Canaria tuvo en 2019 un total de 1.532.424 noches contratadas en hoteles y apartamentos. Siendo la segunda mejor cifra de su historia tras las 1.551.613 pernoctaciones de 2017.

«También es la tercera ocasión en la que la ciudad supera el millón y medio de pernoctaciones anuales, algo que se había logrado en 2016 y 2017, y que se rozó en 2018. En este punto, los últimos cuatro años han sido notables en la ciudad», refiere el responsable de Turismo de una capital que espera superar con menos dificultades que otros destinos el duro palo recibido.

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¿Cuál es la fórmula para que se impacto no sea tan lesivo como se espera? Según el edil de Turismo se está trabajando en ello con un argumento por encima de todos los demás. La seguridad. «Como se ha demostrado durante la crisis de la pandemia Las Palmas de Gran Canaria ha demostrado ser uno de los destinos más seguros desde el punto de vista sanitario por la incidencia controlada del virus. Y también se sabe de su seguridad en todos los aspectos», manifiesta.

El concejal nacionalista entiende que la principal acción del tripartito que gobierna la ciudad debe pasar por la «potencialización de esa oferta de cara al futuro. Por ello ya estamos trabajando en planes de formación concretos al respecto».

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Quevedo añade que Las Palmas de Gran Canaria es un «destino urbano y singular» y es esa una base sobre la que tiene claro incidir ante la dificultad la captación del «turismo interior, que es el único que vamos a poder tener en bastante tiempo».

El concejal asegura que la ciudad se ha puesto manos a la obra en la revisión de su plan de marketing, mientras espera que en las islas se pudiera proceder a una desescalada previa pese a las respuestas del Estado.

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Desde el área de Turismo su responsable mira con cierta preocupación a la cantidad de hoteles urbanos que se han ido abriendo en los últimos años en Las Palmas de Gran Canaria, un hecho que acompañaba las estadísticas que hablan de la mejoría del sector en la ciudad. «Y eso que no contabilizamos en nuestros datos a los cruceristas, a pesar de que tienen una incidencia directa en el tejido turístico», dice Quevedo.

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