El embarazo más precoz de la historia

Cuando escuchamos noticias relacionadas con casos de niñas embarazadas que dan a luz prematuramente como el reciente caso de Murcia, de una niña-madre con solo 11 años, en una etapa de la vida que es para jugar y estudiar, nos causa conmoción y perplejidad.

Dado el notable incremento con que se están produciendo casos de embarazos prematuros en menores relatamos en el artículo de hoy el caso de la madre más joven de la historia, que con solo cinco años de edad dio a luz, lo que conmovió a la comunidad científica de su época y a toda la sociedad.

Todo un caso excepcional para la historia de la medicina, una niña con capacidad en su organismo para quedar embarazada. Lina Medina es el nombre de la madre más precoz de la historia, nació el 27 de septiembre de 1933, es natural de Antacancha, en medio rural, en una zona muy pobre de Perú, tiene 84 años y ha sobrevivido 39 años a su propio hijo. Mide 140 centímetros de estatura, conserva muy bien su piel y representa tener menos edad. Aunque cueste metabolizarlo, Lina tuvo su hijo con solo 5 años, 7 meses y 21 días de edad.

En esa zona de los Andes profundos el nivel de analfabetismo llegaba a superar el 90%. La niña comenzó a presentar manchas rojas en la zona de la ingle, no le dan importancia sus familiares hasta que meses más tarde ven en sus piernecitas nuevas manchas de sangre. Sus hermanas lo comentan a su madre que le realizó un examen propio de la gente ruda del campo para tratar de identificar la herida o la causa de la sangre, y lo que llamo la atención de su madre, Victoria Loza es el tenue vello que se evidencia en el área genital de la pequeña.

La escena se repetiría 45 días después y así sucesivamente, con el transcurrir de los meses notan que eso vuelve a pasar «cada luna», creencias de la zona que atribuían a la luna ciertas enfermedades y padecimientos poco conocidos. Lina y sus 8 hermanos dormían sobre trozos de cuero y mantas raídas que se distribuían tratando de formar 4 camas.

A finales de 1938, el sangrado se detiene, pero su madre nota a la pequeña menos radiante, falta de energía y triste, pensaban que le había dado el mal del puquio o la enfermedad del cerro.

En abril de 1939, la barriga de Lina está muy hinchada y comienza a padecer cólicos, cada vez más intensos hasta llegar a retorcerse del dolor.

El centro médico más cercano esta a 170 kilómetros de montaña, teniendo que cruzar ríos y transitar caminos de barro.

Ante lo delicado del estado de la niña su padre Tiburcio Medina decide llevar la niña al médico y comienza la ruta, al inicio la niña caminaba pero al poco tiempo de marcha el abultado abdomen y la fatiga hacen que su padre se vea obligado a cargarla, llevándola con una manta ancha sujeta a la espalda, tarda dos días en llegar al hospital de San Juan de Dios en Pisco, viajando de la sierra a la costa de Perú, un descenso de 3450 metros.

La exploran distintos médicos y ninguno quiere aceptar la insólita realidad por lo que es remitida al hospital el ángel de Lima donde llega a manos del doctor Gerardo Lozada, de 42 años, especialista en ginecología, médico jefe del hospital con experiencia y estudios de postgrado en Estados Unidos.

Después de una evaluación inicial el galeno se muestra escéptico y pide al padre algún documento que certifique la edad de la niña, comprobando mediante la partida de bautismo la edad que referían.

Comprueba las mamas muy desarrolladas, la piel del abdomen con algunas estrías y vello púbico, al observar las radiografías no había lugar a duda alguna, el resultado es categórico, se observa un feto de aspecto normal, en presentación cefálica, con una cabeza ya voluminosa compatible con una gestación de aproximadamente 8 meses.

El médico se sentó en su silla a reflexionar que tenia en sus manos el caso más sorprendente de maternidad precoz registrado en la historia de la humanidad, y que al margen del lado médico había un crimen que investigar.

Su padre Tiburcio fue detenido y las pesquisas llegaron al pueblo, sus 5 hermanos varones fueron interrogados pero el misterio del causante del embarazo de Lina, por la falta de recursos en la época continúa hasta ahora. Las sospechas recayeron sobre el hermano mayor de Lina de 18 años al que la policía observó retraído, alejado y algo temeroso.

Un prestigioso médico limeño dio su punto de vista sobre el caso en una reunión continental, «estamos frente a dos monstruosidades, una biológica por la posibilidad de gestación a los 4 años y medio y otra social, el hecho de haber tropezado esta infeliz criatura con un varón capaz de abusar de ella y fecundarla».

«El médico se sentó en su silla a reflexionar que tenía en sus manos el caso más sorprendente de maternidad precoz registrado en la historia de la humanidad y que había un crimen que investigar»

Se le práctico exitosamente la cesárea por el doctor Lozada el 14 de mayo de 1939 ante una gran expectación, y lo llamativo fue el estado de los ovarios, que tenían características de mujer adulta.

En Lima se llegó a pensar que se trataba de una farsa y se creo una comisión de odontólogos para analizar la dentadura de la niña corroborando que aún no había cumplido los 6 años por la presencia de dientes de leche.

Se bautizó al pequeño como su médico, Gerardo, y los padres de Lina lo crían como si fuera un hijo más.

Gerardito falleció de mielofibrosis, en la ciudad de Lima a los 40 años de edad.

Comienzan a llegar la ofertas de un futuro mejor, como asistir a la feria mundial de Nueva York por mil dólares semanales de la época, todo una fortuna en aquellos tiempos, Leo Seltzer le propone un salario vitalicio para llevarse a Lina y al niño para un estudio científico.

Todos aceptan hasta que se inmiscuye el gobierno peruano que lo impide argumentando que se va a hacer cargo del cuidado total del niño y su madre, una farsa que nunca cumplió. A pesar de necesitarlo Lina rechaza numerosas entrevistas que le proponen distintos medios de comunicación. Nunca habla de ese primer parto ni con sus mejores amigas.

Con frecuencia la falta de información y de educación sexual son las principales razones que explican el por qué una menor llega a quedar embarazada.

Aproximadamente más de 100 niñas menores de 15 años dan a luz cada año en nuestro país en pleno siglo XXI.

Desafortunadamente las estadísticas revelan que las cifras de concepciones y partos en chicas menores de 18 años van en aumento a lo largo del último lustro.

El 12 de abril de 1939 el Dr Gerardo Lozada anuncia ante la comunidad científica y la prensa, en Lima el insólito caso del embarazo de una niña de 5 años, noticia que dio la vuelta al mundo.

Se debe incrementar la información a los jóvenes de la importancia del uso del preservativo, no solo para evitar embarazos no deseados sino por las posibilidades de adquirir enfermedades de transmisión sexual que pueden contagiarse al mantener relaciones sexuales sin protección.

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