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Caravana de camiones en Pamplona por las movilizaciones de los transportistas. Efe
El Gobierno activa 23.598 agentes para blindar los suministros frente a los piquetes «ultra»

El Gobierno activa 23.598 agentes para blindar los suministros frente a los piquetes «ultra»

Asegura que actuará «con contundencia» y defiende que se estudia un plan para que los transportistas no trabajen a pérdidas

J. M. Camarero, Edurne Martínez y Clara Alba

Madrid

Jueves, 17 de marzo 2022, 07:41

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La huelga convocada por la Plataforma para la Defensa del Transporte, que comenzó el lunes de forma minoritaria, amenaza ahora con provocar problemas de abastecimiento que el Gobierno quiere atajar con «contundencia». El Ministerio de Interior ha movilizado a 16.476 guardias civiles y 7.122 policías nacionales para evitar «conductas violentas» de los piquetes, que este jueves se colocaron en puntos estratégicos como la entrada a los mercados y puertos para interrumpir el paso de los transportistas. En total, 23.598 agentes que representan la octava parte de la plantilla de ambos cuerpos.

El objetivo es cortar de raíz los cortes de carreteras y parones que ya han provocado que la industria láctea suspenda su actividad, ante la interrupción del suministro necesario para elaborar sus productos.

La tensión también se ha trasladado a los consumidores, con estantes vacíos en algunos supermercados ante el miedo a la escasez de bienes básicos. Con este escenario, la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, quiso dejar claro ayer que no negociará con los convocantes de la huelga, a los que sigue calificando de grupo minoritario que no forma parte del Comité Nacional de Transporte por Carreteras (CNTC), con quién el Ejecutivo sí mantiene conversaciones para buscar solución al alza de los carburantes. «Yo no me voy a sentar con un grupo de radicales que actúan con violencia», aseguró tras una reunión con agentes sociales y representantes sectoriales.

Tras el encuentro -al que también asistieron altos directivos de empresas públicas como el presidente de Aena, Maurici Lucena, o el de Renfe, Isaías Táboas-, la ministra vinculó los grupos de piquetes a la derecha radical. «Son ultras apoyados por la ultraderecha, organizados por la violencia y que no quieren la vía del diálogo para plantear sus reivindicaciones, sino que llaman a actuar con clavos, palos y piedras», expresó.

En este sentido, insistió en que pese a ser sensibles a la situación por la que atraviesa el sector, «el Gobierno no va a ceder a este sabotaje al país con el que pretenden dañar la cadena de suministros y las actividades industriales».

En el mismo sentido se manifiesta el ministro de Agricultura, Luis Planas. En declaraciones a este periódico, asegura que el Gobierno va a actuar «con la máxima firmeza» frente a la situación.

«Estas actuaciones son una coacción extremadamente grave sobre los que pretenden llevar a cabo su actividad habitual. Se sitúan fuera de la ley», insiste.

El sector que más preocupa es precisamente el lácteo, ya que los ganaderos se verán obligados a tirar miles de litros de leche si no hay quien transporte su producción a las fábricas por su limitada capacidad de almacenamiento. Planas explica que por el momento no habrá problemas de abastecimiento de leche en los lineales de los supermercados porque «hay stocks», pero reconoce que la no recogida de leche «es un grave problema». «Es especialmente injusto con los pequeños ganaderos lácteos que son los más vulnerables de la cadena», explica.

Pero el problema también llega a las granjas. Los ganaderos denuncian que si el paro del transporte sigue afectando durante días a la industria láctea, tendrán «graves problemas» ya que no podrán almacenar la leche que siguen ordeñando de sus vacas.

Desde UPA (Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos) explican a este periódico que la mayoría no tienen capacidad de almacenaje para más de 24 o 48 horas tanto para la leche como para el pienso de los animales, por lo que en un par de días habría explotaciones que no podrían dar de comer a su ganado.

«Pedimos responsabilidad en las protestas porque hay determinadas cuestiones estratégicas que no se puede tocar, como la alimentación humana y animal, que es sagrada», piden desde UPA.

Sin medidas concretas

Ante la tensión desatada, la ministra de Transportes se mostró ayer confiada en que el CNTC no se sumará a la huelga en los próximos días. Y emplazó a la patronal a seguir negociando para acordar las medidas necesarias y que se incluirán dentro del Plan Nacional de respuesta a la guerra de Rusia sobre Ucrania.

Aunque no se ha concretado nada todavía, Sánchez insistió en que harán lo posible para rebajar el precio de los carburantes. Y confirmó que se está analizando la posibilidad de trasladar al transporte los principios de la ley de cadena alimentaria. Es decir, que el sector no puedan trabajar por debajo de costes. «De esta no vamos a salir tirando piedras a los transportistas, agrediendo incluso a aquellos que quieren trabajar para garantizar que los productos llegan a los supermercados», insistió ante los medios.

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